El diputado de CHA en las Cortes de Aragón Gregorio Briz ha defendido la participación de su partido en la manifestación celebrada este domingo en Amposta (Tarragona) para pedir la derogación del Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro por "coherencia con nuestra posición desde hace años" puesto que en julio de 2013 ya votó en contra de ese documento "por no cumplir los objetivos medioambientales de la Directiva Marco del Agua".

En rueda de prensa, ha precisado que su partido dio a conocer su rechazo al documento en 2013 y también en 2015 ha presentado alegaciones al texto, porque "creemos que no favorece el caudal ecológico y busca la privatización de los ríos y del agua", "todo lo contrario a lo que CHA defiende medioambientalmente" por lo que su posición es "clara".

También ha sostenido que en ese documento "no aparece bien recogido" el plan de descontaminación por lindano del río Gállego, y figuran embalses como los de Yesa y Biscarrués, "grandes proyectos de obras que no resuelven nada y crean muchos conflictos sociales".

Briz ha incidido en que "hay aspectos fundamentales que no nos permiten estar a favor" de ese plan, para aclarar que esta posición "no tiene por qué suponer ningún conflicto" respecto a su coalición con el PSOE en el Gobierno de Aragón, ya que aunque este último es favorable al documento, en el texto suscrito por ambas formación para la investidura "no aparece nada referido a la política hidráulica".

El diputado de CHA ha reconocido que en esa materia "estamos en desacuerdo, como en otras", si bien "en el 95 por ciento podemos coincidir", como en las medidas del acuerdo de gobierno, para apuntar que "formar una coalición no significa tener el mismo programa, ni el mismo pensamiento político en todo".

Briz también ha lamentado que los últimos cuatro años de Gobierno del PP en Madrid hayan supuesto perder la oportunidad de elaborar un nuevo plan hidrológico nacional "que mejorara muchas cosas".

A su entender, Europa "debe velar porque se cumpla la Directa Marco del Agua" y ha defendido las "nuevas políticas" frente a las "antiguas" de grandes embalses y trasvases, para advertir de que reconocer una reserva hídrica de 6.550 hectómetros cúbicos para Aragón, como recoge este plan y también el Estatuto de Autonomía, "significa que posteriormente puede haber un trasvase, el riesgo está siempre ahí".