Los mercados bursátiles en Europa han experimentado un lunes sombrío por los temores a un enfriamiento económico mundial, las dudas sobre la capacidad de Grecia para hacer frente a su tercer rescate, la caída en el precio del petróleo —el barril Brent cedía un -1,5% hasta los 33 dólares—y las dificultades de los países emergentes.

Todas las plazas europeas han marcado caídas, entre ellas el Ibex-35 español, que al cierre de la jornada se dejó un 4,4% y traspasó a la baja (8.122 puntos) la barrera de los 8.200 puntos, un nivel desconocido desde julio de 2013. En el año se acumula ya una caída del 14,90%.

Todos los valores del selectivo registraron pérdidas, liderados por ArcelorMittal (-7,69%), Gamesa (-7,66%) y IAG (Iberia) (-7,6%). También sufrieron grandes caídas los bancos: las seis grandes —Santander, Bankia, BBVA, Popular, Caixabank y Sabadell— se dejaron en el parqué más de un 5%.

En el resto de Bolsas de Europa también se registraron bajadas, pero más atenuadas que en la Bolsa española: el CAC 40 de París cae un 3,20%, el DAX30 de Francfort un 3,30%, la Bolsa de Londres cayó un 2,71%  y el selectivo de Milan un 4,69%.

"El sentimiento pesimista se ha instalado y el mercado no termina de escuchar noticias positivas que puedan revertir esta tendencia. Más bien todo lo contrario", asegura Felipe López Galvez, analista de Self Bank. "por si China, el petróleo y la política no fueran suficientes, se ha sumado otro factor negativo: Grecia".

La Bolsa de Atenas, arrastrada por otros mercados europeos y la incertidumbre política interna, se desplomó un 7,9% y descendió a niveles registrados por última vez tan solo en 1990. Los acreedores internacionales abandonaron el viernes pasado Atenas sin haber logrado un avance sustancial en la primera ronda de negociaciones para la primera revisión de este tercer rescate. A estos problemas se añade una ola de protestas ciudadanas.

"Los renovados temores sobre la capacidad de Grecia de hacer frente a los compromisos del tercer rescate y las dudas sobre la solvencia de sus bancos han provocado importantes repuntes en las primas de riesgo periféricas y en todo el sistema bancario", explica López-Gálvez. En una semana de intensas negociaciones políticas, la prima de riesgo española se ha disparado además a los 152 puntos, un nivel que no se alcanzaba desde julio de 2015.

Pero no solo la incertidumbre interna por la composición del nuevo Gobierno y los temores sobre Grecia han afectado al empuje de la prima española; también influtó la caída durante esta primera jornada semanal del bono alemán a 10 años, cuya diferencia de interés con el español marca el nivel de este indicador. Mientras el bono español a 10 años creció este lunes al 1,75% (desde el 1,65% en que cerró el viernes), el alemán ha cerrado más barato: del 0,29% al 0,23%.