Huerta del Rey, una localidad situada al sureste de Burgos en la que proliferan inusuales nombres propios entre sus vecinos, acogerá en agosto de 2008 el I Encuentro Internacional de Nombres Raros. "Es una manera de que se conozca nuestra localidad, donde hay una gran cantidad de nombres extraños" , explicó José Ángel Sebastián, promotor de esta reunión.

Fue un secretario del Ayuntamiento, Adolfo Moreno, quien a finales del siglo XIX comenzó a fomentar la inscripción de niños con nombres sacados de un martirologio romano "para evitar los problemas que genera en una localidad pequeña, donde hay muchas personas con apellidos comunes, el hecho de que también coincidan los nombres", precisó Sebastián.

Para evitar problemas en las herencias

El promotor del encuentro recordó que la coincidencia de nombres y apellidos provocaba dificultades para el reparto de correspondencia, para cuestiones relacionadas con Hacienda e, incluso, en el reparto de herencias, dado que era también frecuente que cuando moría el hijo de alguna familia se pusiera el mismo nombre al siguiente.

En Huerta del Rey, una localidad de 900 habitantes, hay registrados 300 nombres diferentes, entre ellos algunos tan poco frecuentes como Austringiliano, Sicilio, Evodio, Arandillas, Hierónides, Burgundónfora, Filogonio o Canuto.

"Nuestra localidad debería convertirse en referente para cualquier estudio etimológico de nombres raros", afirmó Sebastián.

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