La Generalitat lamenta el retraso en la construcción de la B-40 entre Abrera y Terrassa

  • La ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, se reúne este viernes con el conseller de territori, Josep Rull.
  • Rull trasladará a la ministra que es "inaceptable" que las obras de la B-40 no finalicen hasta el 2019.
  • Es la primera reunión entre los responsables de infraestructuras del Estado y la Generalitat.
El coordinador general de CDC, Josep Rull.
El coordinador general de CDC, Josep Rull.
EP
El coordinador general de CDC, Josep Rull.

La ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, se reúne esta mañana de viernes con el conseller de territori, Josep Rull, para tratar los temas pendientes en materia de infrastructuras. Sobre la mesa está la construcción de la B-40 entre Abrera y Terrassa.

Precisamente este jueves se ha evaluado que el tramo de la B-40 entre Abrera y Terrassa tendría un impacto económico de 252 millones de euros, de los que 124 millones se obtendrían únicamente con la construcción de esta infraestructura y los 128 millones restantes resultarían de su explotación a medio y largo plazo, lo que se traduce en unos 20 años.

Así lo pone de manifiesto un estudio que la Diputación de Barcelona y la patronal vallesana Cecot han encargado al Institut Cerdà y que ha presentado este jueves el conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Josep Rull.

La B-40, conocida popularmente como el Cuarto Cinturón o la Ronda del Vallès, es una antigua reivindicación de Catalunya, ya que aparece en todos los planes de carreteras desde 1968 y el Ministerio de Fomento se comprometió a tenerla operativa en 1996.

El objetivo de esta infraestructura es unir Abrera (Baix Llobregat) y Granollers (Vallès Oriental) pasando por Terrassa y Sabadell (Vallès Occidental), uniendo dos comarcas que representan 2,1 millones de personas, el 25% de la población ocupada, el 27% del PIB de Catalunya y el 40% del VAB industrial.

La realidad es que, 20 años después, las obras entre Abrera y Terrassa están paralizadas por falta de inversión, y pese a que los trabajos comenzaron hace ocho años sólo están operativos los tramos Viladecavalls-Terrassa y Abrera-Olesa de Montserrat, unos ocho kilómetros que no son continuos, sino que hay un tramo intermedio de 6,5 kilómetros entre Olesa de Montserrat y Viladecavalls pendientes de que se perfore un túnel.

Además, los proyectos técnicos de la continuación de la B-40 desde Terrassa a Granollers, donde acaba la infraestructura, están pendientes de reiniciar la tramitación.

"Ralentización exasperante"

La previsión del Ministerio de Fomento es que el tramo entre Abrera y Terrassa esté operativo en 2019, si bien Rull ha sostenido que la infraestructura podría estar lista en 2017 o 2018 siendo generosos: "Cuando le toca decidir al Estado español, infraestructuras con gran valor estratégico y gran tasa de retorno se ralentizan de forma exasperante".

Según el estudio, se calcula que más de 2.500 vehículos pesantes diarios circularían por esta vía, las empresas se ahorrarían seis millones de euros anuales en costes de transporte, y el sistema de movilidad ahorraría 24 millones anuales.

La presidenta de la Diputación de Barcelona, Mercè Conesa, ha destacado que si Catalunya tuviera las infraestructuras de movilidad resueltas, también tendría aseguradas a las empresas, y ha lamentado el "estado de dejadez" en que, a su juicio, se encuentra la Ronda del Vallès por parte de Fomento.

Desde Cecot, su presidente, Antoni Abad, ha destacado la alta tasa de retorno de la infraestructura: "Los empresarios retamos a la ministra de Fomento, Ana Pastor, a que encuentre una inversión en una infraestructura viaria con mejor retorno que ésta. El coste del tiempo nos importa, y el sentido del tiempo nos aprieta".

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