Hombres deprimidos por la crisis hacen terapia de grupo para desprenderse del machismo

  • El Ayuntamiento de Madrid ofrece cursos a hombres frustrados por el paro y la crisis para encontrar sentido a la vida repensando su masculinidad.
  • El programa 'Hombres con Cuidado' utiliza la terapia de grupo para revisar los malestares que produce el rol masculino y para trabajar la igualdad de género.
  • J.E., 56 años: "En paro desde 2011, me convertí en un mueble más de la casa".
El terapeuta Alfredo Waisblat, con dos participantes del grupo 'Hombres con Cuidado'.
El terapeuta Alfredo Waisblat, con dos participantes del grupo 'Hombres con Cuidado'.
Elena Buenavista
El terapeuta Alfredo Waisblat, con dos participantes del grupo 'Hombres con Cuidado'.

En Villaverde, distrito sur y más desfavorecido de la capital, el centro de salud está curiosamente en la Avenida de la Felicidad. Por la puerta acristalada de su moderna sede (una isla en el entorno) entran cada vez más hombres manifestando males como insomnio o gastroenteritis crónicas bajo los que subyace la ansiedad y la depresión del desempleo prolongado.

J. E., de 56 años, es uno de tantos. Serio y melancólico, dice que entró en el dique seco del paro en 2011 cuando una crisis con su socio dio al traste con la rutina que daba sentido a su vida, la clásica "de casa al trabajo y del trabajo a casa". Reconoce J. E. que al principio se dejó abrazar por la indolencia. Pero el letargo le hizo convertirse, en sus propias palabras, "en un mueble más de la casa". Varios años después, hasta su mujer y sus hijos han empezado a darle "toquecitos" de atención. "Como un mueble no das problemas, pero tampoco aportas nada". Por eso J. E. hoy se ha puesto una americana y ha bajado al centro de salud. Quiere  participar en el taller 'Hombres con Cuidado', del que espera ayuda para "resetear" su vida y reconectarse con el mundo exterior en el que dice que se siente "un extraño".

Hombres con Cuidado es la terapia grupal que desde finales de enero impulsa el Ayuntamiento de Madrid en tres distritos muy tocados por el paro y que busca ayudar a los vecinos a superar frustraciones rompiendo el silencio de sus malestares y cuestionando lo que el machismo les impone. En sesiones semanales, de enero a abril,  los hombres participan en terapia grupal guiada por un psicólogo para hablar sobre cómo se sienten y sobre qué significa ser hombre hoy.

El psicólogo Alfredo Waislblat es el coordinador del programa. Sentado junto a J. E. en una salita del moderno ambulatorio de Villaverde relata que lleva treinta años trabajando "sobre el rol de género del varón que limita sus funciones y capacidades a las de proveedor principal de la familia". Waislblat defiende que los roles son conceptos relacionales que se pueden modelar. Y ve una oportunidad para hacerlo en la grieta que causa en los hombres el paro cuando dura demasiado.

"El hombre deja de ser hombre cuando se queda en el paro", sostiene Waislblat. "El paro le pega al hombre en la identidad misma. Pero como la sociedad le exige al hombre que pueda con todo, no suele demandar ayuda. Por eso su problemática está silenciada". La terapia que él aplica busca romper ese silencio, trabajar las distintas masculinidades y enseñar al ecléctico grupo de hombres dolientes a "separarse del guión preestablecido del rol masculino para retomar el protagonismo de sus vidas como personas".

Malestares de la vida cotidiana

Fernando, de 49 años, es otro de los vecinos de Villaverde que participa en el taller 'Hombres con Cuidado'. Su caso es ligeramente distinto. Él explica que conocía la metodología de Waislblat, porque participó con él en un grupo sobre crianza de hijos. Ahora ha pedido entrar en este espacio más por calmar una inquietud sobre lo masculino que por prescripción médica. "Quiero conocer mi papel de hombre, cómo soy yo, qué espero de mí, qué me frustra de lo que se me enseñó a ser. Qué he conseguido cambiar y cómo puedo avanzar más", explica.

Tras lograr la cohesión del grupo, que es en lo que están ahora mismo enfrascados, los hombres del grupo de Villaverde comenzarán a tratar "los malestares de la vida cotidiana". Eso implica escucharles compartir qué les hace sentirse mal y conectar qué males derivan directamente del rol masculino hegemónico y machista. En una segunda fase el grupo trabajará la igualdad de género. "No se trata de victimizar al hombre, se trata de trabajar malestares que durante mucho tiempo los han alejado de otras facetas de la vida: como los cuidados, la paternidad o su relación con el barrio para que puedan recuperarlas desde la igualdad", explica el psicólogo y coordinador de grupo.

'Hombres con Cuidado' se desarrolló hace dos años en otro municipio madrileño, en Fuenlabrada. Al termino de las sesiones, el grupo que integraba la terapia fundó una asociación que todavía les mantiene unidos y que aglutina ya a 80 miembros. Se llaman Hombre s. XXI y organizan actividades de ocio enfocadas a la defensa de la igualdad de género. Completado el taller, "los hombres no solo conectan mejor consigo mismos", explica Waislblat, "sino que encuentran una forma de relacionarse en el barrio y retoman las relaciones sociales".

La dirección del centro de salud de Villverde confía en que la dinámica por la que ha apostado para tratar a los hombres del barrio que "se sienten fatal porque el paro les ha quitado su principal razón de ser, la de proveedor de la familia, y no saben qué hacer con su vida" logre reducir la prescripción de ansiolíticos. Si de paso que logran sentirse mejor, comprenden las ventajas y desventajas de ser hombres, sus privilegios pero también sus cargas, se caminará hacia la igualdad", aseguran. Y añaden: "Aquí no se les va a solucionar su problema de base, no vamos a conseguirles un empleo, pero si alivian su malestar adicional por razón de género, mejorarán su relación consigo mismos y por ende con sus parejas y con el entorno social".

Al final de la conversación a tres bandas con J. E y el psicólogo, Fernando subraya otro posible beneficio de la terapia de grupo exclusiva para hombres: "Tal ve pueda servir también para encontrar un manejo distinto de la violencia, algo muy masculino y demasiado habitual últimamente en nuestro entorno".

El Silencio Roto from Balancín de Blancos on Vimeo.

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