El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha apelado a la evolución frente a la revolución y a la integración que caracterizaron la figura política de Fernando el Católico para abordar la situación actual por la que atraviesa España.

Herrera, quien ha asistido este jueves a la presentación del libro 'Una biografía política de Fernando el Católico', de Salvador Rus, ha asegurado que de la lectura de la obra surgen experiencias "plenamente aplicables" a la actualidad y, de ellas, ha destacado los valores de la evolución y la integración.

En el caso del primero, ha incidido en los cambios llevados a cabo desde la evolución y no desde la revolución, desde las "instituciones existentes". "Fernando nunca cambió las reglas del juego", ha precisado antes de recordar que los cambios experimentados por España en los últimos 40 años han sido "más fructíferos y estables" que los afrontados desde procesos de "ruptura o cambio radical".

La integración, en el caso del monarca aragonés, se plasma en su capacidad de construir un modelo político nuevo integrador de cada reino y territorio "desde el respeto a las instituciones".

La España actual, "diversa y multiforme", sería capaz de convertir la diversidad en "dinamismo activo" de mano de un "liderazgo adecuado" y de un proyecto común "que ilusione". "El modelo de 1978 es plenamente vigente y eficaz", ha asegurado antes de añadir que el Estado de las Autonomías es "la mejor alternativa" a las "desdichadas propuestas de ruptura".

Frente a los tiempos de Fernando el Católico, de construcción, los actuales son tanto de construcción como de "deconstrucción", según el presidente de la Junta, quien ha subrayado que libros como el de Salvador Rus sirven para desterrar el dicho de que España es "cainita" con su historia y "tacaña y pacata" en el reconocimiento de los grandes momentos y figuras, en este caso la del monarca, que está "ciertamente oscurecida" pese a su "importante protagonismo" en la historia.

La publicación aporta los datos necesarios para valorar "de forma objetiva" la obra vital y política de un rey de "cerebro claro y realista" de "superioridad como estadista", "trabajo meticuloso" y obra "duradera en el tiempo".

Diálogo entre el autor y pedro cátedra

La presentación, abierta por la presidenta de las Cortes y de la Fundación Villalar, Silvia Clemente, ha estado protagonizada por el autor y por el experto Pedro Manuel Cátedra García, quienes han abordado la relevancia de la figura del monarca y de Castilla.

En este sentido, Rus ha asegurado que la figura del rey no ha sido abordada "con justicia" por los historiadores contemporáneos por haber estado "en la sombra" y solo iluminado a veces por la luz de su esposa Isabel pese a su talla política.

"Cogió una pequeña tienda de barrio hundida y la convirtió en una multinacional", ha destacado el autor antes de que Cátedra haya incidido en su capacidad para poner al servicio de la política a un importante grupo de intelectuales, "personalidades pragmáticas y fieles a quienes no temblaba la mano a la hora de aplicar la política".

A su juicio, Rus ha juntado todas las piezas del puzzle para mostrar la imagen de un hombre paciente, inteligente, que supo esperar su momento y que tuvo capacidad de mirar al futuro en un España, la de entonces, "mucho más complicada" que la actual y en la que consiguió resolver problemas "muchísimo mayores".

"Fernando llegó a acuerdos aunque fuera cediendo, a sabiendas de que lo que cediera lo iba a recuperar tiempo después", ha destacado antes de añadir que la Castilla de entonces era "una potencia económica" frente a la de los últimos 30 años, en la que no se ha escrito la historia desde su perspectiva.

Para Rus, Castilla es "solidaria y leal" a un proyecto político, aspecto que se puede reivindicar en la actualidad para crear uno nuevo, y Fernando el Católico, el último Trastámara, fue un hombre de visión "geopolítica increíble" que pensaba la política "en 360 grados", al estilo de Alejandro Magno u Octavio Augusto.

'Una biografía política de Fernando el Católico' es un libro digno de lectura para Merkel y para los líderes del proyecto europeo, según su autor, y para "la esperanza", según Cátedra García.