El alcalde de Cazalilla (Jaén), Manuel Jesús Raya (PSOE), ha indicado que el Ayuntamiento "se desvincula por completo" del lanzamiento de la pava desde el campanario y ha señalado que el consistorio "no tiene medios" para evitar esta tradición que parte del pueblo puesto que "solo tenemos un policía local que además está en segunda actividad".

"Estamos con la ley y nos desvinculamos totalmente de ese hecho, pero nosotros en el Ayuntamiento no tenemos medios para impedirlo aunque sabemos que tenemos que cumplir la ley y hacerla cumplir", ha dicho el alcalde a Europa Press.

Ha indicado que desde el juzgado ya se les ha requerido a dar las explicaciones oportunas y que hoy mismo le han dicho que desde el Ayuntamiento no tienen "nada que ver con el lanzamiento de la pava".

El Ayuntamiento como tal tiene su programación de fiestas en honor a San Blas que se extiende desde el 1 al 4 de febrero, y "en ningún punto del programa aparece el lanzamiento de la pava".

Eso sí, Raya ha señalado que su intención es ponerse en contacto con el subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, para pedirle que haya presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado el 3 de febrero, no tanto por si se produce el polémico lanzamiento de la pava desde el campanario de la iglesia de Santa María Magdalena si no por la presencia de grupos y asociaciones que están en contra de esta costumbre y que puede derivar en enfrentamientos con la población que sí defiende esta iniciativa.

"Nosotros no tenemos medios, pero creemos que es necesario que haya presencia de la Guardia Civil para evitar posibles altercados si finalmente se produce el lanzamiento", ha dicho el alcalde.

Sobre el escrito registrado por la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los animales (Anpba) solicitando a la Alcaldía de Cazalilla que publique un bando en el que se declare "ilegal" el lanzamiento de la pava, Manuel Jesús Raya ha dicho que desconoce la existencia de este escrito y que por el momento no contempla la publicación de dicho bando.

El lanzamiento de la pava desde el campanario de la Iglesia de Santa María Magdalena cada 3 de febrero coincidiendo con la festividad de San Blas es una costumbre muy arraigada que no sólo reúne a cazalilleros, sino a otras personas llegadas de poblaciones cercanas como Mengíbar, Espeluy, Villanueva de la Reina o Lahiguera. La mayoría de los vecinos y participantes defienden su celebración, negando que se causen daños al animal, que permanece con quien lo recoge como símbolo de fortuna.