La ermita de San Julián el Tranquilo de Cuenca reparte 10.000 panecillos en el día del patrón

La ermita de San Julián el Tranquilo de Cuenca ha recibido como cada 28 de enero a cientos de conquenses que han acudido a recoger cerca de 10.000 de los típicos panecillos de anís.

La ermita de San Julián el Tranquilo de Cuenca ha recibido como cada 28 de enero a cientos de conquenses que han acudido a recoger cerca de 10.000 de los típicos panecillos de anís.

El párroco de la ermita, Ramón Page, ha explicado a Europa Press que aunque en un principio se han repartido dos panecillos por persona, al final ha tenido que repartirse "uno por persona, hasta que se ha acabado la caridad".

Ubicado junto a la cueva que le da nombre y con vistas a la Hoz del Júcar, el pequeño templo ha acogido tres misas a lo largo de la mañana, que han finalizado con el beso de la reliquia.

A cada una de ellas ha acudido una media de entre 200 y 300 personas, aunque ha sido la última, celebrada a las 13.00 horas, la que ha contado con la presencia de diferentes representantes institucionales. Cantada por el coro de jóvenes de la parroquia de San Julián, al término de la misma, a partir de las 14.00 horas, se ha iniciado una procesión.

El sacerdote ha valorado la continuidad de una tradición que "sale de la gente, que cada año cumple con ella" y que "siempre se ha vivido igual". "Es el adelanto del Jueves Lardero", ha concluido, por lo que, "como el tiempo está respetando en los últimos años, tanto jóvenes como familias al completo aprovechan para pasar la jornada aquí hasta que cae la noche".

Los actos de celebración también incluyen una misa pontifical oficiada a mediodía por el obispo de Cuenca en la Catedral, donde se encuentran los restos del segundo obispo de la diócesis, así como, ya por la tarde, una misa, procesión y reparto de caridad en la parroquia de San Julián "para quien no pueda subir a la ermita", ha subrayado Page.

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