La directora xeral de Familia, Amparo González, ha indicado este jueves que "de momento" Galicia no acogió a ningún refugiado de los 18 que se han trasladado desde Italia y Grecia, los países en los que se encuentran los puntos de recepción e identificación.

Lo ha dicho en comisión parlamentaria ante la pregunta del diputado de AGE Xabier Ron sobre los "datos concretos" de refugiados en Galicia después de que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se abriese el pasado mes de septiembre a acoger 300.

Sobre los motivos de esta situación, la alto cargo de la Consellería de Política Social ha recordado que las competencias en materia de refugiados y asilo corresponden al Estado, de modo que es esta administración la que debe remitir las personas que considere.

Por su parte, Galicia se ha puesto "a disposición" para ese acogimiento, según sus propias palabras, y ya ha dispuesto planes y protocolos para colaborar en el medio de esta "grave crisis humanitaria a nivel europeo". En este sentido, ha recalcado que la Xunta se puso "a trabajar desde el primer momento".

Atención a refugiados

Para ello, como ha señalado, la Xunta creó un grupo de trabajo con representantes de las consellerías de Política Social, Sanidade, Infraestruturas e Vivenda y Educación junto con entidades de iniciativa social —como Cáritas, Acnur y Cruz Roja— y la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp).

A ello ha sumado un mapa que refleja las plazas y los recursos puestos a disposición por la administración autonómica y local, las entidades sociales y los particulares; el incremento de los presupuestos de la Xunta para ayudas y los 700 voluntarios formados para trabajar con los refugiados a su llegada a la comunidad.

En cuanto al protocolo, ha detallado que los primeros seis meses se utilizarán para trabajar en sus posibilidades de integración y, así, recibirán formación en el idioma y también asesoramiento y orientación. A continuación, de forma "personalizada", seguirán itinerarios sociolaborales enfocados a que puedan desarrollar una vida autónoma.

En paralelo, Amparo González ha explicado que también se trabajará con la población del ayuntamiento de acogida, con el objetivo de minimizar el choque cultural.