La Guardia Civil ha denunciado a un cazador al que agentes de Medio Ambiente de la Junta andaluza sorprendieron cuando portaba tres cebos envenenados por un presunto delito contra la flora, fauna y anumales domésticos en tentativa.

La actuación se inició el 5 de octubre cuando los funcionarios alertaron a los agentes del Seprona de la presencia de una persona en las inmediaciones de la zona conocida como La Atalaya de Purchena (Almería) que podía estar utilizando cepos-trampas, un arte prohibida para la caza.

Personada en el lugar, la Guardia Civil localizó e identifico a esta persona con un total de cinco cepos-trampas, así como con tres bolas, elaboradas con carne y envueltas en plástico, que presentaban indicios de tratarse de cebos envenenados.

Ante estas sospechas, se les intervinieron para remitir las muestras al Centro de Análisis y Diagnóstico (CAD) de Málaga, para su estudio y análisis.

Finalmente, tras confirmar que las sustancias intervenidas correspondían a cebos envenenados, el pasado día 20 los agentes de la Guardia Civil denunciaron a su poseedor como presunto autor de un delito en grado de tentativa contra la flora, fauna y animales domésticos.

Estos cebos envenenados son utilizados para atraer a las presas hasta el lugar donde con anterioridad se colocan los cepos trampas, si bien son capaces de provocar la muerte del animal que los ingiere por si solos. Las diligencias instruidas por la Guardia Civil han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Purchena (Almería).