Un día del año 2014, la fotógrafa barcelonesa Colita (Isabel Steva Hernández, 1940) decidió rechazar el Premio Nacional de Fotografía que le concedió el Ministerio de Cultura dirigido por José Ignacio Wert. Este acto despertó en el cineasta Ventura Pons (1945) el interés en convertir en documental parte de la vida de su amiga y compañera de generación Colita, plasmando ese "acto de dignidad" en un metraje en el que aparece 8 de sus amigas y compañeras de profesión, entre ellas, las escritoras Maruja Torres y Rosa Regàs, la editora Beatriz de Moura, la actriz Teresa Gimpera, la cantante Núria Feliu... El documental Cola, Colita, Colassa llega este viernes a los cines.

Este documental surgió a raíz de la negativa de Colita a aceptar el Premio Nacional de Fotografía.

Colita: Sí, me llamó Ventura y me dijo que podíamos hacer una película.  Y nos ha salido muy bien porque es muy divertida y simpática.

Ventura Pons: A veces, en la vida, tienes las cosas delante de ti, en este caso a Colita, y no te enteras.

¿Desde cuándo se conocen?

VP: Desde jóvenes. Creo que ya nos conocíamos antes de nacer (ríe).

C:  Desde hace 40 años seguro. O incluso de antes.

VP: Ella es la memoria fotográfica de Barcelona y Cataluña de todos estos años, sobre todo de los 60 y los 70.

C:  Bueno, ha tenido que pasar el tiempo para que tú tengas algo que contar, también, y para que puedas hacer una película de siete horas de conversación y reducirla a una hora y pico. Y claro, cuando eras jovencito eso no lo sabías hacer (ríe).

VP: Esta es una película de oficio. No la podría haber hecho hace 15 años, con 9 semanas de montaje.

C: Claro, para eso hay que saber mucho de cine y yo no tenía tantas cosas que contar. Ahora tal vez sí.

¿Qué peso tienen todas las mujeres que pasan por este documental?

C: Todas son amigas mías de toda la vida y, además, algo muy importante: hemos trabajado todas juntas, o al menos hemos colaborado. Muchas de nosotras nos hemos conocido a través del trabajo y nos hemos hecho amigas para toda la vida.

VP: Y todas estas grandes reinas están en el documental sirviendo a la gran princesa y emperatriz que es Colita. Hemos reído mucho y ella (Colita) es la memoria oral de las dos últimas décadas antes de la muerte de Franco. Colita lo ha vivido todo, porque si existen fotografías del encierro de Montserrat del 12 de diciembre de 1970 es porque ella las hizo.

C: Y porque me las escondí en el sujetador, que si no, tampoco. Y allí metí también el dinero para pagar la fianza.

¿Cómo se las ingeniaron para mantener la luz artística en medio de aquella oscuridad franquista?

VP: Porque Barcelona brillaba mucho. No solo nosotros.

C: Nos juntamos un grupo de gente súper interesante y creativa.

VP: Es que este es el espíritu de esta ciudad. Estábamos en todos lados. Mi primera obra de teatro la patrocinaba Bocaccio (el local de referencia del movimiento de la Gauche Divine) y el teatro Windsor tenía como empresario a Xavier Regàs, el padre de la escritora Rosa Regàs. Yo le presenté a Terenci a Rosa. Tuvimos una vida compartida, pero no cada día, pero sí que compartíamos el mismo espíritu, el que comparten también todas las mujeres que aparecen en el documental.

¿Cómo resumirían este espíritu compartido?

Los dos: Amar tu trabajo, amar a los demás, no hacer daño, no creerte nadie, buscarte la vida y disfrutar de la vida.

¿Creen que la profesión artística ha perdido parte de estos valores?

C: Creo que todavía hay gente que disfruta de la vida y nosotros, a pesar de nuestros achaques, seguimos disfrutando de la vida todo lo que podemos.

VP: A mí me preocupa la gente joven y que sepan espabilarse, porque nosotros venimos de las trincheras del franquismo y ahora estamos en las alcantarillas de la supuesta democracia. Pero con esto no queremos dar ninguna lección de Historia.

C: Es una lección de vida. A mí me cuesta tanto adaptarme a la situación actual que a veces pienso que estoy viviendo en Marte. No me acabo de creer las barbaridades que leo cada día en los medios.

Noto cierto desencanto...

VP: Es que el mundo ha cambiado de una manera...y la Europa que soñábamos no es la que tenemos ahora.

C: Nosotros llevábamos en el coche pegatinas de Europa Unida y estábamos soñando con esa Europa unida después del Franquismo.

VP: Y es curioso, porque cuando teníamos fronteras había mucha más comunicación. Por ejemplo, de Italia o de Francia lo sabíamos todo en literatura o cine. Ahora te vas a Figueres, al lado de Francia, y preguntas a la gente sobre quien es Daniel Ateuil, el gra actor francés, y no lo saben. Antes sabíamos quienes eran Deneuve, Delon o Belmondo. Y ahora han creado la Europa de los bancos, de los banqueros y de tocarle las narices a la gente. Ahora, otra Europa es posible, yo no renuncio a ella.

C: Pero ¿Sabes lo que a mí me da mucha rabia? Pensar que a lo mejor no la veo.

VP: Pues yo pienso verlo y disfrutarlo unos cuantos años. Y muchas cosas más.

Colita ¿Se arrepiente de haber renunciado al Premio Nacional de Fotografía?

C: No. Cuando estás indignada y cabreada no cuesta hacer las cosas. Lo que pasa es que cuando estás resignada con las cosas sí que cuesta mucho hasta firmar una carta. Pero cuando estás cabreada no.

VP: A mí me cuesta mucho cabrearme porque luego tengo que descabrearme.

Ventura Pons ¿Estamos ante el mejor de sus cuatro documentales?

VP: Los cuatro son sobre cuatro personas a las que admiro profundamente (Ocaña, Gato Pérez, Ignasi M. y Colita). Por otro lado, la hora y media que te regala un espectador no la volverá a vivir más en su vida. Y por eso, los cineastas hemos de hacer que la obra tenga un significado para ellos.

C: Yo cuando hago fotografías es lo mismo. La hago para dejar algo, para enseñar algo y recordarlo. Y en este documental tengo la sensación de que lo que he compartido con toda la gente que aparece es importante y te une. Hemos vivido una época juntos, aprendiendo los unos de los otros. Yo he crecido mucho como persona con todos los amigos con los que he trabajado, porque yo siempre quiero aprender.

VP: Y yo de ti.