Las bolsas chinas han vivido este martes una nueva jornada de descalabros. El índice general de Shanghái, el principal indicador de los parqués chinos, se hundió este martes un 6,42% (188,73 puntos) y acabó en 2.749,79 enteros; por su parte la Bolsa de Shenzhen, el otro mercado de valores del país, también vivió una jornada similar y llegó a acumular pérdidas del 6,96% (708,98 puntos), y acabó en 9.483,55 enteros.

El descalabro se produce además en una jornada marcada por la nueva inyección del Banco central chino, la cuarta de la última semana y la mayor en un sólo día desde 2013.  El ente emisor inyectó en el sistema financiero un total de 440.000 millones de yuanes (62.000 millones de euros) para aumentar su liquidez de cara a las vacaciones del Año Nuevo lunar.

Hasta este martes, las volátiles bolsas chinas estaban viviendo un periodo de relativa estabilidad después de la crisis de principios de mes, cuando los parqués del país estremecieron al mundo con pérdidas superiores a todo lo ganado en 2015.  China trató entonces de aplacar las pérdidas con un nuevo mecanismo interruptor del mercado que estrenó este mes y que días después suspendió al provocar el efecto contrario al deseado.

La mala cara de los parqués chinos se replicó en el resto de bolsas asiáticas. Y también la caída del precio del barril de petróleo Brent por debajo de los 30 dólares, marcó la progresión del mercado. El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró hoy con una bajada de 402,01 puntos, un 2,34 por ciento, hasta los 16.708,90 puntos. La Bolsa de Hong Kong llegó a la media sesión de hoy en rojo y su índice de referencia, el Hang Seng, perdía al descanso 347,6 puntos, un 1,8%

También las bolsas europeas han abierto este martes con números rojos. El Ibex-35 abre con un recorte del 1,47%, hasta los 8.443 puntos y todas las empresas del índice cotizan en negativo.

El índice general de la Bolsa de valores de París ha registrado en la apertura una caída del 1,60%; la de Milán cede el 1,52% y la de Francfort un 1,28%,