Isabel Carrasco, la presidenta de la Diputación de León murió tiroteada una calurosa tarde de mayo de 2014 cuando salía de comer y se dirigía a un mitin electoral del PP en Valladolid.

Mujer polémica y de autoritaria falleció en la pasarela sobre el río Bernesga de cuatro tiros que le descerrajaron por la espalda. Tres mujeres se sientan desde este martes en el banquillo acusadas de un crimen que, según lo ha calificado la Fiscalía (que pide 23 años de cárcel para cada una de ellas) pudo ser "perfecto".

Las autoras: Montserrat González, de 60 años, autora confesa de los disparos que acabaron con la vida de Isabel Carrasco. Su hija, Triana Martínez, de 36; y la agente de la Policía Local de León Raquel Gago, de 42.

La Fiscalía mantiene que todas tienen el mismo nivel de "responsabilidad" en los hechos, aunque Gago está en libertad desde hace un año mientras las otras dos detenidas permanecen en prisión provisional desde el crimen, hace 20 meses.

¿Son las tres culpables?: Las acusaciones mantienen que González es la autora material, solo ella disparó contra la víctima. Su hija Triana fue la encargada de hacer desaparecer el arma. Raquel Gago, (que se reunió con ambas una hora de los hechos) entregó en comisaría un día después la pistola (un arma pequeña que no deja casquillos) que Triana había dejado en su coche. Ella misma la esperaba para abrir el maletero y esconder el bolso con el arma homicida.

¿Hay trastorno mental?: La Fiscalía intentará a lo largo de todo el juicio desmontar el argumento de las defensas sobre un pretendido trastorno mental. El fiscal no solo no cree que sufran ningún tipo de delirio, sino que habla de un "odio irracional" hacia la víctima.

¿La víctima las conocía?: Sí. Madre e hija eran militantes del Partido Popular y Triana había trabajado a las órdenes de Isabel en la Diputación como responsable de telecomunicaciones hasta que perdió su empleo.

¿Qué relación tenían?: Todo apunta a que entre Isabel Carrasco y Triana se había establecido una nefasta relación, tanto personal como laboral y social. La joven esperaba consolidar su puesto y finalmente no fue promocionada y perdió su empleo. Además, algunas declaraciones afirman que la joven perdió muchas amistades vinculadas al partido ante la actitud de Carrasco hacia ella. Incluso habría empresarios que se negaron a contratarla para evitar enfadar a la presidenta leonesa.

¿Hubo relación sentimental entre ambas?: La acusación particular ha desmentido este martes que Isabel Carrasco pretendiera o se insinuara sexualmente a Triana. Su madre Montserrat siempre ha mantenido que la presidenta "acosaba" a Triana, pero la joven también lo desmintió en una de las muchas declaraciones que prestó en sede policial.

La defensa de las acusadas mantiene que Isabel Carrasco arremetió contra la familia al verse "despechada" y lo que es irrefutable es que la joven llegó a perder 25 kilos en las fechas en las que, según los relatos, podía estar sometida a las presiones e insinuaciones de su entonces jefa.

¿Cuál fue entonces el móvil?: De lo que nadie duda (ni el propio abogado de Monstserrat González) es de que madre e hija querían "vengarse" de Isabel Carrasco por hacer su vida "imposible". La presidenta habría frustrado la ilusión de ambas de "vivir como señoras" (según las acusaciones particulares) al negar el puesto vitalicio de Triana como funcionaria. Además, el abogado de Montserrat asegura que en la mente de su clienta se estableció solo una dicotomía posible: "o Carrasco o su hija".

¿Qué papel juega Raquel Gago?: El abogado de la policía local mantiene que todas las pruebas contra ella son una "casualidad" y que con Triana tiene una relación de "amistad". Sobre la tardanza en entregar el arma, algo que hizo horas después del crimen, su letrado asegura que fue porque "no supo reaccionar".

¿Por qué no fue el crimen "perfecto"?: Un policía jubilado acabó con el plan trazado con absoluta "frialdad" por las presuntas autoras. Estaba en el puente mientras Montserrat disparaba. Lo vio todo e inició el seguimiento de la pistolera cuando inició la huida mientras hablaba con la policía para dar las coordenadas de su localización. Ahí acabaron las opciones de salir indemnes.

¿Hubieran sospechado de ellas?: La Fiscalía considera que de no haber existido el policía jubilado, las tres mujeres hubieran quedado impunes. "¿Quién iba a sospechar de la mujer y la hija del Comisario de la Policía de Astorga y de una agente local?", se ha preguntado en sala el propio fiscal.