Pasadas las cuatro de la mañana del primer día del año 2016, durante la celebración de Nochevieja, un indigente prendió fuego a otro en un cajero de la calle Sierpes de Sevilla, según informaron fuentes judiciales al Diario de Sevilla.

La víctima estaba cubierta por las telas ardiendo y se salvó de las llamas gracias a la intervención de un ciudadano que pasaba en ese momento por la puerta del banco, que retiró la capa que le cubría y avisó a la Policía Nacional.

Sobre las cuatro y media, la sala del 091 recibió una llamada alertando de que un grupo de personas había prendido fuego a este mendigo. Una patrulla se desplazó hasta el lugar de los hechos y los agentes preguntaron a la víctima si sabía lo que había ocurrido.

El mendigo, ajeno a lo sucedido contestó que le habían levantado del suelo y que no sabía lo que pasaba, que le habían prendido fuego en agosto.

La contestación dejó sorprendidos a los agentes que tras identificar al mendigo como Sebastián R. V., de 54 años, se dieron cuenta de que ya había sido víctima el pasado mes de agosto de otro incendio en un cajero del barrio de la Macarena. En aquella ocasión no se pudo acreditar que se tratara de un fuego intencionado.

Los policías se pusieron en contacto con el servicio de seguridad de La Caixa para solicitar las imágenes de las cámaras de videovigilancia, en las que aparecía un único individuo que se inclina varias veces intentando prender fuego a un bulto situado a los pies del indigente.

Poco después, detuvieron poco después al presunto autor del incendio que resultó ser otro sin techo: Antonio V. L., de 60 años y que tiene en su historial 32 detenciones. El presunto pirómano solía dormir en un cajero del BBVA de la Plaza de la Encarnación, lugar al que acudieron los policías para deternele. Lo encontraton y fue trasladado a los calabozos, donde ha pasado las últimas horas y se encuentra a la espera de ser puesto a disposición judicial.