Con el año 2015 ya terminado, comenzamos 2016 con un buen número de palabras incorporadas a nuestro vocabulario popular. No todos los términos son nuevos y algunos puede que acaben cayendo en el olvido, pero la mayoría han logrado un gran protagonismo en los últimos doce meses y no sería raro que se quedasen durante una larga temporada entre nosotros. Muchos están relacionados con la actualidad y otros cuantos con la moda y las tendencias, aunque parece que un año más son Internet y las nuevas tecnologías las áreas que más contribuyen a nuestra forma de expresarnos.
Por desgracia, la terrible situación de Siria ha convertido la palabra "refugiado" en la más repetida de 2015. De hecho, Fundéu BBVA la eligió como palabra del año, no por nueva —que obviamente no lo es— sino porque ha marcado de forma decisiva la actualidad informativa. "El concepto que define la palabra refugiado ha generado muchísimas dudas y debates entre los profesionales del periodismo, pues estos han sido muy conscientes de la importancia de ser extremadamente rigurosos a la hora de denominar a los miles de personas que huyen de un conflicto bélico frente a aquellas otras que buscan en otro país las posibilidades de vida que en el suyo no encuentran", explicaba el director general de Fundéu.
Ni los gorditos, ni los flacuchos ni los musculosos, los hombres que están de moda son los fofisanos (adaptación española de la expresión anglosajona dad bod), aquellos individuos que hacen algo de deporte pero que no se obsesionan con ello y, de hecho, aunque tienen algo de músculo, también lucen orgullosos un poco de barriga. Vamos, los que antes se llamaban "hombres normales", que ahora han regresado para acabar con el esclavismo de la metrosexualidad a base de reivindicar que el ejercicio físico no está reñido con las pizzas y las cervezas.
Star Trek tiene a sus trekkies, Perdidos a sus losties, Doctor Who a los whovians... Y ahora, por fin, una ficción española ha logrado una comunidad fan lo suficientemente importante y activa como para ganarse un nombre propio: El Ministerio del Tiempo, serie revelación de 2015, ha hecho surgir a los ministéricos, miles de seguidores que han aunado su talento y su pasión por la serie y han llenado Internet de fanfics (relatos), fanarts (ilustraciones) y cientos de comentarios y alabanzas hacia la producción de Javier Olivares. Dentro de la serie, la actriz Cayetana Guillén Cuervo ha conseguido, gracias a su personaje abiertamente homosexual, toda una legión de admiradores y, sobre todo, admiradoras que se hacen llamar cayetaners. Dentro de poco, con el estreno de la segunda temporada, la ministeria volverá a inundar las redes.
La llamada generación Millennial es la compuesta por los jóvenes que ahora tienen entre 16 y 34 años, que son en teoría los mejor preparados, los que tienen un mayor nivel de inglés y que además son asiduos a las redes sociales. Irónicamente, la mayoría tienen claro que tendrán que abandonar España para encontrar trabajo, según conclusiones del tercer barómetro Cambridge Monitor. Aunque el término no es nuevo, este año ha sonado insistentemente, sobre todo por su vínculo con los partidos emergentes (Ciudadanos y Podemos) y su importante papel en las pasadas elecciones generales.
No habían pasado ni dos meses de 2015 cuando la ya exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, le regalaba a Internet todo un filón de chistes y memes con su discurso durante la Crida, acto en el que la Fallera Mayor de Valencia hacía un llamamiento a todos los falleros, valencianos y visitantes para que participasen en las Fallas. El motivo del revuelo fue su desastroso dominio del valenciano, que hablaba de forma eufórica pero torpe, acumulando multitud de incorrecciones. La más popular fue el famoso "caloret", una mala traducción al valenciano de calorcillo (en este idioma tiene género femenino y sería caloreta) que repitió a este en cinco ocasiones. El caloret se convirtió en trending topic, dio pie a multitud de bromas e incluso inspiró una canción que ha sonado en no pocas fiestas durante todo 2015.
Las barbas pobladas ya han dejado de ser atributo exclusivo de los hipsters. Han llegado los lumbersexuales, urbanitas con un look típico de leñador pero mucho más cuidado: camisas de cuadros, tejanos desgastados, botas, pelo intencionadamente dasliñado pero siempre limpio y barbas mimadas con esmero. La barba da aspecto de aguerrido guerrero vikingo y representa masculinidad frente a la imberbe adolescencia. Los barbudos del siglo XXI ya no se sienten perseguidos por la leyenda del hombre que se despreocupa de su aspecto. Más bien al contrario, cuidan su barba como un bien preciado y se niegan a profanar su vello facial.
El término no es nuevo y el concepto mucho menos. Ya lo analizaron en el pasado altas instancias del humor como los chanantes manchegos de Muchachada Nui. Sin embargo, la popularidad de la expresión ha alcanzado últimamente cotas nunca oídas. Todo —los programas de televisión, los foros de Internet, Twitter, las reuniones familiares...— parece haberse llenado de cuñados, individuos que basan su discurso en tópicos, lugares comunes, muletillas, refranes, frases de perogrullo y todo tipo de observaciones rancias. Algunos aseguran que la visita de Rajoy al programa de Bertín Osborne disparó como nunca antes las mediciones del cuñadismómetro.
La popularización de todo tipo de software para bloquear la publicidad de las páginas web se está convirtiendo en un grave problema para todos los medios online que viven únicamente de los ingresos publicitarios. Estas herramientas, que comenzaron para las versiones de escritorio de las webs, han llegado hasta los teléfonos móviles, agravando aún más la situación. El informe Ad Blocking Report 2015 revela varios datos significativos, como el hecho de que actualmente hay en el mundo 198 millones de usuarios de estas aplicaciones y la estimación de que el bloqueo de publicidad ha costado a las empresas 22 mil millones de dólares en 2015.
La palabra "emoji", que sirve para referirse a todos los pequeños dibujitos que suelen usarse en las comunicaciones digitales, no es nueva aunque tampoco demasiado conocida por el usuario medio. Lo que sí conoce todo el mundo son los ideogramas en sí, desde la cara de enfado hasta la flamenca o la famosa caca con ojos. Uno de esos emoji, el de la cara con lágrimas de alegría (Face with tears of joy) ha sido elegido por Oxford Dictionaries como la palabra del año. "Fue elegido como la palabra que mejor refleja el ethos, el ánimo y las preocupaciones de 2015", explicaban en el blog oficial de este departamento de la Universidad de Oxford.
En 2015 comenzó a hablarse mucho de la tecnología Li-Fi, un sistema que ofrecerá conexiones a Internet cien veces más rápidas que el Wi-Fi, aunque es probable que sea este 2016 cuando la palabra adquiera una verdadera popularidad. El término, construido a partir de los vocablos ingleses light y fidelity, fue acuñado en 2010 por el científico de la Universidad de Edimburgo (Escocia) Harald Haas, impulsor de este sistema de comunicaciones inalámbricas de gran velocidad y bajo costo que se basa en la transmisión de datos a través de bombillas LED. La tecnología Li-Fi es capaz de transmitir datos mediante una especie de código morse avanzado, encendiendo y apagando la luz de los LED a velocidades ultra rápidas, imperceptibles a simple vista.
En el siglo XXI, las relaciones personales están cambiando casi tan rápido como la tecnología. La última forma de romper con la pareja se denomina ghosting y consiste en cortar de forma abrupta las comunicaciones con la otra persona: no responder a sus mensajes de Whatsapp, no coger sus llamadas, ignorarla en las redes sociales (o incluso eliminarla) y hacer como si nunca hubiera formado parte de tu vida. En definitiva, este método cada vez más extendido consiste en tratar al otro como si fuera un fantasma, un procedimiento de ruptura pasivo pero no por ello menos cruel.
La modelo Kim Kardashian ha conseguido que esta técnica se haya convertido en la última moda en maquillaje. El contouring consiste en la combinación de tonos claros y oscuros para lograr estilizar las facciones. Se trata de una técnica compleja que requiere tiempo, dedicación y conocimientos, ya que el maquillador, como un retratista ante un lienzo, debe saber qué zonas ha de resaltar y cuáles disimular. Esta forma de maquillaje permite transformar de forma radical la estructura ósea del rostro, por lo que muchos aficionados con talento lo usan para transformarse en dobles de celebridades o incluso en personajes de ficción.
Ruiz
Si Rita Barberá animó las redes a comienzos de año con su caloret, Mariano Rajoy lo ha cerrado proporcionando otra buena remesa de bromas y memes gracias a su "Ruiz". Durante el tenso cara a cara entre el presidente del Gobierno y Pedro Sánchez previo a las elecciones generales, Rajoy perdió los nervios y se equivocó: dijo "Ruiz" en lugar de "ruin". Los tuiteros aún no han acabado de agradecérselo.
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