El humorista y actor José Mota está feliz. Así lo confiesa y por partida doble: primero por el especial de Nochevieja que emite esta noche La 1 (22.05 h) y en el que, parodiando la película El resplandor, volverá a meterse en la piel de los personajes más relevantes de la actualidad. Por otro lado, ultima la serie El hombre de tu vida (TVE) una comedia con tintes de drama en la que interpreta a un hombre que trabaja enamorando mujeres para una peculiar agencia de contactos.

Ha hecho varias galas de Nochevieja y programas el resto del año, ¿nunca se le acaba el humor?

Eso es tanto como preguntar si se acaba la capacidad de observar el entorno, de todo lo que ocurre y de reaccionar a eso mismo. No, el humor es un apéndice del ser humano, necesario además, porque nos permite echar los malos humos y darnos cuenta de que casi nada es para tanto.

¿Qué entra en ese 'casi'?

Enfermedades, muertes, gente que lo está pasando mal, el paro... Por el contrario, a veces le damos demasiada importancia a cosas que con el tiempo no la tienen y el humor nos enseña a no tomarnos ni las cosas ni a nosotros mismos tan en serio.

¿Eso hace de los humoristas la gente más equilibrada del planeta?

Al humorista el humor le hace ser una persona afortunada, que coge el altavoz de lo que a mucha gente le gustaría contar y usa esa herramienta como un arma de construcción masiva. Eso te puede hacer especial.

Entonces renovarse en el humor es una cosa natural...

La esencia, el contenido, el fondo del humor es siempre el mismo. Lo que hay que cambiar son las formas con las que contamos eso: las debilidades, ruindades, miserias... tanto las tuyas como las del ser humano en general. La gente se ríe cuando reconoce eso, porque lo ha vivido o le toca de cerca.

¿Usar el humor para la queja no hace que esa crítica no se tome en serio?

No, al contrario, el humor es la vaselina que nos permite denunciar cosas que si las contamos tal y como son serían demasiado crudas para consumirlas. Para mí no hay nada más serio que la comedia. Si quitas el humor de la vida, ¿en qué nos convertimos? El humor es hipernecesario para entender la vida.

Eso de que el humor es algo muy serio es una vieja reivindicación...

Sí, la comedia es una cosa que se toma poco en serio, se valora mucho más el género dramático y no termino de entender por qué. Es una cosa a nivel mundial. Hay muy pocas películas de comedia que tengan un Oscar, por ejemplo.

¿Qué es lo mejor de hacer humor?

Que el dolor del alma se amortigüe un poco con lo que tú escribes. A mí se me ha acercado alguna vez gente que estaba en el hospital y me han dicho: "cuando yo estaba mal veía tu programa y me dabas una alegría enorme". No hay mejor premio que ése.

Está a punto de estrenar 'El hombre de tu vida' ¿es un gran cambio de registro?

Es la oportunidad que me ha caído del cielo de poder estar en un proyecto de Juan José Campanella. Emocionar no sólo con la sonrisa, sino con cosas más reflexivas, más de drama, me permite hacer muchos matices a la hora de interpretar. Es un cambio de registro para el público, en mi interior lo llevo anhelando mucho tiempo. Es el proyecto que más feliz me ha hecho de toda mi carrera.

¿Lo entenderá la gente?

Bueno... la serie es comedia, pero con muchos momentos bonitos, de lagrimilla. Ya lo hice en La Chispa de la Vida, de Alex de la Iglesia y los compañeros de la Academia de Cine me nominaron al Goya y para mí fue motivo de alegría profunda...

¿Y cree que responderá la audiencia?

No tengo ni idea, la audiencia es súpercomplicada. Habrá barcos gigantescos compitiendo en la parrilla. Ojalá vaya lo mejor posible.

Es una serie con un planteamiento original en cuanto a que son las mujeres las que buscan compañía masculina...

Es una serie no para, pero sí de mujeres. Abordar el mundo femenino a mí me interesaba profundamente. Hay un tipo, que es mi personaje, que fondea en los problemas que tienen muchas mujeres.

¿Estamos muy solos?

Estamos cada vez más rodeados de cosas y cada vez más solos. Hay mucho culto a la individualidad, y eso está bien, tenemos muchas herramientas para estar solos, pero a veces eso mismo nos aísla. El móvil, por ejemplo, nos comunica de lejos y nos incomunica de cerca. A mí me ha pasado, quedas a comer con una persona y estamos los dos cada uno con su móvil. El móvil es cojonudo siempre que no te coma la vida. Mi madre me cuenta siempre que antes, por ejemplo en Montiel, donde yo nací, las familias se sentaban a cenar, junto a la lumbre y hablaban antes de ir a dormir. Se comunicaban.

Se mete usted en la piel de un seductor... ¿Le ha resultado fácil? ¿Era usted mucho de ligar?

No (risas). No he sido muy de ligar, en eso no desarrollé mis armas. Por eso me gustaba la serie, porque aunque sea en ficción enamorar es algo que hace ilusión.

¿Qué cosas le hacen gracia a usted?

Pues no hay nada que pueda competir con las cosas que pasan en la realidad, con tus amigos, con anécdotas que viven. Un ejemplo son las situaciones que se producen en los tanatorios... a mí me ha ocurrido con un amigo de tener que salir para no romper esa seriedad tan absoluta.

De todos los perfiles en que se mete su personaje, ¿cuál es el que más le ha gustado?

Quizá el primero, por eso mismo, por ser el primero. Fue con Macarena Gómez y lo disfruté muchísimo, lo pasé francamente bien. Me hacía pasar por Miguel Ángel, un abogado.

¿Cuándo supo usted que era humorista?

Cuando acabé el servicio militar es cuando decidí dedicarme profesionalmente a este difícil oficio y me fui a Zaragoza, al pub pub Bradbury, en el residencial Paraiso, en la plaza de Aragón: allí comencé a trabajar profesionalmente solo. Fui para tres días y me quedé mes y medio. Luego entré en una compañía de variedades con la que hice tournés. Luego fui a Madrid... el recorrido es para una peli. Luego pasé por varias salas, llegue a TVE...

¿Y cómo llegó a eso?

Mira, te lo cuento con una metáfora: Yo salía al ruedo y el toro era la vida. A mí me daba reparo y me iba al burladero. Y ese burladero era el humor. En ese burladero yo decía cosas y la gente de la plaza se reía y ya no miraban al toro, me miraban a mí y eso me hacía sentir seguro.

BIO: Nacido en Montiel (Ciudad Real) en 1965. Comenzó su carrera artística en 1985, creando Cruz y Raya con Juan Antonio Muñoz. Tiene una hija con la actriz Patricia Rivas.