Los islamistas moderados del AKP, partido del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, consiguieron ayer casi el 50% de los votos en una decisiva contienda electoral. El resultado otorga al partido de centroderecha otros cinco años de Gobierno para acometer reformas, aunque podría iniciar un periodo de tensiones con la élite secular del país, representada por la facción izquierdista CHP, que obtuvo el 18% de los votos, y por el grupo ultranacionalista MHP (16%). Erdogan convocó elecciones anticipadas después de impedirle sus opositores nombrar como ministro de Relaciones Exteriores a un compañero suyo que había pertenecido a la comunidad musulmana. Funcionarios de la comisión electoral estimaron que la participación en las elecciones de Turquía, que cuenta con 74 millones de habitantes, llegó al 80%.