Con las vacaciones de por medio y con la escasedad de médicos, casi crónica, que hay en Catalunya, este verano se ha hecho más que difícil cubrir las plazas bajas de facultativos.

Según denunció ayer el sindicato mayoritario Metges de Catalunya, un 50% de las vacantes en los ambulatorios se han quedado sin cubrir, y sobre todo, en las zonas de la costa.

En cambio, el Institut Català de la Salut lo niega y afirma que "todas las plazas" se cubren "porque ningún centro ha cerrado", según una portavoz de la empresa pública.

Pero, para reforzar sus datos, el sindicato médico pone el ejemplo de un céntrico CAP de Manresa, dónde tres médicos a tiempo parcial suplirán las vacaciones de 23 facultativos.

Otras fuentes explican que Salut cubre todas las plazas que saca, pero que no son todas las vacantes, y esto explica el déficit producido en verano.

El secretario de Acción Sindical, Antonio Gallego, atribuye esta carestía a "la excusa de la falta de presupuesto y al hecho de que no se encuentren médicos, que es la razón más importante".

Más listas de espera

Los problemas para cubrir las bajas, según denuncian los médicos, no implica que los centros de primaria estén colapsados.

Pero sí que se amplían las listas de espera para medicina familiar y se da prioridad a las visitas más urgentes delante del resto.

Del refuerzo a la doble jornada

Muchos médicos asumen los propios pacientes y los de otro que se encuentra de vacaciones. Esta es la fórmula que permite "cubrir vacantes", según Metges de Catalunya.

Otras opciones son: duplicar la jornada (trabajo por la tarde también), contratos de refuerzo (por días, semanas o meses) o para jóvenes que han acabado el MIR de familia.