Es Ghost Town su cuarto trabajo, y Blas Cantó, Álvaro Gango, Carlos Marco, Dani Fernández y David Lafuente siguen conformando Auryn, la boy band número 1, mal que les pese. Desde el tercero, Circus Avenue, han querido cambiar la etiqueta y demostrar que han venido para quedarse, que de flor de un solo día, nada de nada.

Con el recién publicado álbum  se sienten tan satisfechos que reconocen que al fin pueden escucharse y sentir orgullo. Lo que no significa que se arrepientan de algo, simplemente y así lo dicen, nada más llegar y tras un saludo cariñoso y una demostración de buena memoria: "La vida son etapas, no te vistes igual, no cantas igual... Todo cambia".

¿Qué cambia?

En música seguimos siendo los chicos que están encima de sus producciones, pero veníamos de una música más electrónica, en eso hemos cambiado. El disco anterior marcó un camino y éste lo ha consolidado.

Así que ¿objetivo conseguido? Querían demostrar que han venido para quedarse...

Sí, creo que estamos demostrando que nuestro objetivo es que somos una banda que no pasa de moda. Pero es un paso a paso, han pasado cinco años y medio, y vamos creciendo.

¿Han dejado de tratarles como a los chavales de la boy band de moda? ¿Lo han logrado?

Bueno, es que cuando es un artista de 30 años pues se refleja otra cosa que cuando son cinco chicos como nosotros, que no se nos toma tan en serio.

¿Quieren decir que un artista de 30 años es mayor? Porque tampoco están ya tan lejos...

No. Bueno, tenemos 25, 24, 24, 26 y 23. Y los treinta son los nuevos 20. Pero salir del estereotipo es difícil. Cuando empezamos había parado el fenómeno fan y lo abrimos un poco. Ahora hay mucha oferta de artistas juveniles y nos siguen metiendo en ese saco y ya no nos sentimos identificados. Ya no es esa locura de niñas.

Han crecido ellas también...

Y nosotros, y te ves cómo ibas antes y dices: ¿en qué pensaba yo para ponerme eso?

¿Por ejemplo?

La forma de vestir. Y cuando lo hicimos estábamos convencidos, pero ahora nos vemos con los tirantes y decimos: qué pintas, algo que nos pasará también dentro de cinco años. Tampoco habríamos podido sacar este disco entonces, hace cinco años.

¿Han corregido errores?

Sí los hay corregidos, y sobre todo hemos concretado, hemos pasado de hacer un poco de todo a concretar. Es aprendizaje, no hay que borrar nada del pasado. Y en este cuarto no nos sabemos todo, pero de lo que hemos experimentado, sabemos que no vamos a repetir lo que no nos ha funcionado. Con el que más seguro nos sentimos es este disco. Lo que podíamos soñar lo tenemos en este disco. Estamos muy orgullosos.

¿Pueden escucharse?

No nos gustaba nada antes. Y este disco nos escuchamos y no es la misma sensación, incluso alguna nos encanta. Nos ha traído mucha seguridad, en este dices: ese soy yo, estoy orgulloso y quiero que me escuchen. Antes no la teníamos. Aunque hay que escucharlo cuando pase un tiempo.

¿Miedo a imaginarse a los 40?

No lo imaginas. A esta edad no te lo imaginas. Habremos aprendido más. Y siempre aspiras a más, pero ya lo que soñábamos lo hemos alcanzado. Es complicado estar y mantenerse, pero al menos hemos podido estar. Algunos no nos imaginamos en otra cosa, preferiría no hacer nada a no ser feliz.

Arma de doble filo empezar tan pronto... Si no es aquí, ¿dónde?

Sí, tenemos miedo a no poder estar los 40 años igual no te puedas dedicar a la música. Pero nos sentimos más estables, estamos asumiendo nuestro trabajo, ya no es un juego, ahora llenamos la nevera con esto. Todo ponían fecha de caducidad y durará lo que dure.

Igual dura siempre...

Pues sí. Igual ya no estamos en el número 1, pero... Y muchas veces gastamos demasiada energía en lo que aún no ha pasado.

Pero algo hay que hacer, no sea que te levantes y no haya nadie... ¿Si ocurriera?

Estamos muy preparados para cualquier cosa.

Imaginen que llegan a una firma y no hay gente...

A lo mejor te pones a llorar, pero igual que si hay miles. Si hay 20 sería duro, pero todos tenemos momentos malos y puede ser uno. Igual este disco vende menos pero igual el siguiente más. O al revés. Hay que trabajar. Si estamos toda la vida genial, y si quedaran diez personas pues nosotros estaríamos ahí. Se trata de ser feliz. Igual vendes un millón y eres infeliz.

¿Son felices?

Estamos en la mejor época.

¿Así que creen en ella, en la felicidad?

Sí, totalmente. Hay que buscarla y hay que trabajarla. Para llegar a esta felicidad hay que luchar. Soy más feliz trabajando en lo que me gusta, que a lo mejor sería feliz vendiendo pan, pero menos...

Hay que ser realistas...

Sí, claro, nuestras madres trabajan una limpiando casas o en una tienda... Así que sí, sabemos lo afortunados que somos.

¿Lo qué peor les sentaría, por injusto, que dijeran?

Ya no se puede criticarnos por el inglés. El de este disco lo hemos grabado con gente de fuera y ellos mismos dicen que no aprecian acento español. Cuando oímos lo del inglés nos da rabia, porque ¿lo dice alguien nativo o...? Es injusto también que critiquen un estilo de música porque a ellos no les gusta. Esto es una mierda, ¿por qué? A lo mejor es: a mí eso no me gusta.

¿Ha cambiado también la manera en que les entrevistan, ya os preguntan cosas más serias?

Sí, incluso por política. Y la seguimos. Estamos en la realidad. Nosotros salimos en el golpe de la crisis y somos conscientes y estamos implicados. Aunque seamos jóvenes, estamos en el mundo. Algunos seguimos mucho la política.

¿Se la juegan?

Lo mejor es que salgan varios y que siempre hubiese uno de las nuevas tendencias. Incluso una coalición Podemos y Ciudadanos, siempre que haya combinación y no sea mayoría absoluta. La mayoría absoluta siempre es mala. A ver si no pactan indebidamente algunos partidos.