El Juzgado de lo Penal número 3 de Almería ha condenado a unos padres por un delito de abandono de familia después de que permitieran que su hijo faltara a clase durante tres cursos seguidos entre 2010 y 2013, de manera que incumplieron su deber de "procurar una adecuada formación y educación" al menor.

El fallo, dictado de conformidad entre las partes tras las modificación de sus conclusiones definitivas por parte del Ministerio Fiscal, condena a los progenitores a una multa de seis meses a razón de dos euros diarios, esto es, de 360 euros a cada uno de ellos así como a las costas.

En concreto, la pareja ha sido condenada por un delito de abandono de familia según el artículo 226.1 del Código Penal, que indica que quien deje de cumplir los deberes legales de asistencia inherentes a la patria potestad, tutela, guarda o acogimiento familiar o de prestar la asistencia necesaria legalmente establecida para el sustento de sus descendientes, ascendientes o cónyuge, que se hallen necesitados, será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a 12 meses.

La sentencia, que ha sido declarada firme después de que los acusados indicaran su intención de no recurrirla, señala que los padres no adoptaron "las medidas necesarias" para que el menor, que por entonces tenía 12 años, asistiera "al centro educativo correspondiente".

En este sentido, la jueza Marcelina María Beltrán indica como probado que los padres, a pesar de "conocer las reiteradas faltas" y de que la Consejería de Educación les exigiera "dichas prevenciones", consintieron que el menor alcanzara altos niveles de absentismo escolar.

El instituto en el que estaba matriculado el joven constató la "inasistencia" al centro escolar durante "numerosos días" en esos cursos, lo que provocó en él el "consiguiente retraso escolar".