Antonia Martínez no tiene el perfil de la mujer maltratada que aparece en la prensa. Con 42 años, es profesora de instituto y de familia bien de Murcia. Hace16 años vino a Calasparra con su marido. Durante ese tiempo denuncia que sufrió malos tratos psicológicos y físicos, hasta que hace dos años tomó la decisión de separarse.
Ahora dice que tiene fuerza para dar la cara y contar su caso para «que otras mujeres se atrevan a denunciar y tomen conciencia de que son maltratadas». Pero eso no evita que tanto ella como sus hijas, de 16 y 13 años, sigan en tratamiento psicológico.
«Era guapo y encantador. Le caía bien a todo el mundo», recuerda Antonia Martínez. Incluso, juntos abrieron tres empresas, pero, poco a poco, «empezó a minusvalorarme, a decirme que no servía para nada y se volvió agresivo por cosas absurdas. Como un día, que le pegó un puñetazo a una puerta por un comentario que hice de la televisión», cuenta Antonia Martínez con los ojos llorosos.
Pero más adelante, los insultos se convirtieron «en
La situación estalló cuando en 2004 fue a
Hace dos años iniciaron el proceso de separación. El juez dictaminó que ella se quedaba con la vivienda familiar y la custodia de las niñas, mientras él tenía que pasar un pensión por las hijas de 700 euros al mes y pagar la mitad de la hipoteca de la casa.
El ex marido, Pedro Miguel Lozano, lo admite: «
Construye una casa a 15 metros de su ex
Antonia Martínez y sus hijas están preocupadas. Una de las empresas de Pedro Miguel Lozano está construyendo una vivienda a 15 metros de la suya y sospechan que es para seguir haciéndoles la vida imposible. Él lo niega: «No tengo intención de vivir allí. La quiero vender». Antonia no tiene ninguna duda y si su ex se convierte en su vecino pedirá una orden de alejamiento.
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