Cerca de 300 personas se reunieron ayer en la plaza mayor de la localidad segoviana de Torreiglesias para expresar su apoyo a la familia de Milagros Díez Revilla, que fue asesinada por su esposo el pasado domingo en su domicilio tras una disputa familiar.

La concentración, convocada por el ayuntamiento de Torreiglesias, comenzó con cinco minutos de silencio en memoria de la mujer fallecida y en solidaridad con todas las víctimas de la violencia doméstica registradas en lo que va de año.

Durante este tiempo, un grupo de vecinas del pueblo mostró una pancarta de reducidas dimensiones en la que se podía leer la frase "sin compasión para los asesinos".

Posteriormente, el alcalde del pueblo, Mario Pastor de la Cruz, dio lectura a una carta remitida por una amiga de la víctima en la que, en un tono personal y emotivo, recordaba a Milagros Díez como una mujer "valiente y decidida que deja un vacío muy grande en todos los que la conocimos y quisimos".

La convocatoria concluyó con la intervención de un familiar de la mujer asesinada que agradeció con voz entrecortada por la emoción en nombre de la familia el apoyo demostrado por todos los vecinos del pueblo en esta difícil situación.

A la concentración asistió una de las hijas de la fallecida acompañada por varios familiares, así como el secretario general de la Subdelegación del Gobierno, Javier Reguera y el responsable del servicio territorial de Familia de la Junta de Castilla y León en Segovia, José María Sanz.

Milagros Diez murió el pasado domingo a manos de su esposo, Bernardino R.B., de 52 años, que después se ahorcó en una nave ganadera próxima a su domicilio en la localidad de Torreiglesias.