Agentes de la Guardia Civil han detenido a dos personas dedicadas a la introducción en España de mujeres de nacionalidad brasileña que eran obligadas a ejercer, en condiciones infrahumanas, la prostitución en un club de alterne de la localidad madrileña de Humanes la Comunidad de Madrid.

Las investigaciones, llevadas a cabo bajo la dirección del Juez Decano del Juzgado de Instrucción número 1 de Fuenlabrada, Adolfo Carretero Sánchez, se iniciaron tras tener la Guardia Civil conocimiento, a través de una llamada telefónica, de posibles irregularidades en este club.

El pasado 12 de julio agentes del Equipo de Policía Judicial de Getafe-Navalcarnero apoyados por Unidades de Seguridad Ciudadana pertenecientes al Puesto de Arroyomolinos, realizaron una inspección en el club de alterne. Fueron localizadas nueve mujeres que ejercían de forma habitual la prostitución y un varón, que realizaba las labores de camarero, todos ellos de nacionalidad brasileña.

Como resultado de la inspección fueron detenidos los responsables del club, I.C.R.P., brasileña de 46 años y A.M.M., español de 55 años, por su presunta implicación en los delitos de prostitución, estafa, detención ilegal, contra el derecho de los ciudadanos extranjeros en España y contra el derecho de los trabajadores.

Les prometían un trabajo

Las mujeres eran captadas en su país de origen por una compatriota que les garantizaba un trabajo en España, a cambio de pagar los billetes de avión, que les serían facilitados tras comprometerse a pagar una deuda de 2.900 euros. Generalmente en un mismo vuelo solían viajar con otras mujeres que iban a trabajar en el club, con la advertencia de que si eran preguntadas, debían manifestar que viajaban solas y que eran turistas.

El vuelo llegaba directamente desde Brasil a Madrid y eran recogidas por la propietaria del club de alterne, que nada más pisar suelo español les retiraba el pasaporte y les hacía saber que se los devolverían cuando pagaran la totalidad de la deuda, para lo cual debían mantener relaciones sexuales con clientes.

A continuación eran trasladadas al club de alterne, donde eran obligadas a ejercer la prostitución, sin permitirles salir del local, en el que disponían de una habitación compartida generalmente con otras 3 ó 4 mujeres, y donde permanecían mientras no estaban trabajando.

Doce horas de trabajo

Su horario de trabajo era desde las 4 de la tarde hasta las 4 de la madrugada de forma ininterrumpida, siendo multadas con unos 80 euros si se ausentaban del club durante las horas de trabajo.

En diversas ocasiones fueron obligadas por la propietaria del club a trasladarse a un rastrillo de Madrid, en donde recogían del suelo los restos de frutas y verduras, parte de las cuales eran destinadas al consumo de animales y otra parte era utilizada para hacer la comida de las mujeres que allí trabajaban. Estas mujeres hacían una sola comida al día y en algunas ocasiones el único alimento con el que subsistían era el pan.

En el momento de la detención la regente del club entregó los pasaportes de las mujeres, así como una elevada cantidad de dinero correspondiente presuntamente al trabajo realizado por las personas que trabajaban el club.

Buscan a la persona captadora

Ambos detenidos cuentan con antecedentes por hechos similares, decretando el titular del Juzgado de Instrucción nº1 de Fuenlabrada su ingreso en prisión y el cierre cautelar del local. La operación sigue abierta destinada a localizar a la persona que realiza las captaciones de estas mujeres en el país sudamericano.