El joven multado: "Si el año que viene se celebra el Toro de la Vega volveré y con más ganas"

  • Adrián Sánchez intentó paralizar el festejo de este año encadenándose a una señal de tráfico situada en la ruta por la que debía pasar el astado.
  • Los organizadores del torneo soltaron a la res antes de que este joven fuese liberado, para lo que se necesitó a los bomberos.
  • El expediente, ante el que el denunciado presentará alegaciones, habla de "riesgo para la seguridad" de los agentes y de los participantes.
  • "Alegaremos que quienes pusieron en peligro la seguridad ciudadana fueron las fuerzas y cuerpos de seguridad y quien permitió el evento", afirma su abogado.
Adrían Sánchez, atado con un candado a una señal de tráfico en el recorrido del Toro de la Vega.
Adrían Sánchez, atado con un candado a una señal de tráfico en el recorrido del Toro de la Vega.
GTRES
Adrían Sánchez, atado con un candado a una señal de tráfico en el recorrido del Toro de la Vega.

La subdelegación del Gobierno de Valladolid ha impuesto una multa de 5.200 euros a Adrián Sánchez, el chico que el pasado 15 de septiembre se encadenó a una señal de tráfico situada en el trayecto del Toro de la Vega, en la localidad de Tordesillas. La Administración alega que vulneró la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana. Lejos de amedrentarse, este joven asegura que seguirá protestando: "Es una forma de intentar reprimirnos pero no van a conseguir pararnos. Si el año que viene se celebra el torneo  volveré y con muchísimas más ganas".

Desde hace varios años, el Toro de la Vega tiene lugar en un marco de enfrentamientos entre defensores y detractores del festejo. El año pasado no comenzó hasta que no fueron desalojados del recorrido los activistas que se habían concentrado para intentar detenerlo, lo que supuso un retraso de media hora. En esta última edición, sin embargo, los organizadores soltaron al animal cuando los antitaurinos se encontraban aún en el trazado y antes de que Adrián fuese liberado.

"Cuando lanzaron el chupinazo pensé que lo habían hecho para engañarnos y que nos retirásemos. Pero cuando vi a la gente bajar corriendo y mirando hacia atrás supe que habían soltado al toro. Intenté no ponerme muy nervioso pero me imaginé lo peor, imaginé que iría a por mí", relata este murciano de 22 años y que lleva cuatro yendo a Tordesillas ese polémico día.

En aquel momento, el resto de activistas formó una barrera humana para protegerle. "Se quedaron rodeándome y eso me tranquilizó un poco, porque si me hubieran dejado solo… Lo que hicieron tiene más valor que lo mío, porque ellos estaban sueltos y se podían ir. Yo no", afirma agradecido. El astado les pasó a escasos tres metros pero siguió su camino y "menos mal que no le dio por embestir".

El expediente administrativo recoge que "cuando pasa el toro por el lugar indicado (...) se puede ver cómo las personas más próximas al denunciado levantan los brazos sobre la señal, tapándole, con el consiguiente riesgo, no sólo de los componentes del dispositivo de seguridad, sino también del resto de participantes del festejo, que llaman la atención del animal hacia otro tramo del recorrido". El texto apunta anteriormente que un agente "había preguntado si había alguna persona impedida que no pudiera salir por sus propios medios, a lo que nadie, ni el denunciado, informó de la existencia de participantes encadenados".

La liberación de Adrián no se produjo hasta que los lanceros mataron al toro. El joven se había atado a la señal con un candado metálico y fue necesaria una cizalla hidráulica. "El año pasado compramos grilletes y unas diez personas nos engrilletamos al puente. Pero la Guardia Civil los cortó rápido. Por eso este año decidí ponerme ese candado de seguridad. Sabía que iban a tardar más en cortarlo. Yo lo que quería era retrasar el torneo y que no se celebrase", resalta.

Según el propio expediente, los bomberos tardaron media hora en cortar el cierre. El joven no necesitó asistencia médica y tras tener que identificarse le dejaron marchar. "En ningún momento insulté ni me metí con nadie. Tampoco opuse resistencia", subraya. Por eso no se explica la cuantía tan elevada de la multa.

"Ya anunciamos lo que iba a pasar"

Adrián tiene 15 días para presentar alegaciones y lo va a hacer. "Vamos a alegar que quienes realmente han puesto en peligro la seguridad ciudadana han sido las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y prácticamente quien presenta la denuncia, que es quien ha permitido la organización del evento", argumenta su abogado, Víctor Valladares.

"Nos llama la atención que el 12 de septiembre presentamos una denuncia pidiendo la suspensión cautelar del Toro de la Vega del día 15 porque se podía poner en peligro la seguridad ciudadana, y todavía ni siquiera se ha tramitado. Aquel día ya anunciamos lo que iba a pasar", agrega.

Ese primer recurso será interpuesto ante la subdelegación del Gobierno, la misma entidad que propone la multa. Si como Valladares prevé no les dan la razón, acudirán a los juzgados de los contencioso-administrativo de Valladolid.

Preguntado por si tiene esperanzas de que el Toro de la Vega desaparezca si hay un cambio de Gobierno en las elecciones generales del próximo 20 de diciembre, Adrián se muestra un tanto escéptico. No obstante advierte de que "este año se han pasado": "Jugaron con nuestras vidas. Esto algún día tiene que terminar porque al final va a pasar una desgracia y no podemos consentirlo".

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