Ainia obtiene bioproductos a partir de hollejos, pepitas de la uva y lías de fermentaciones vinícolas

Ainia centro tecnológico ha conseguido obtener bioproductos de residuos agroalimentarios procedentes de la industria vitivinícola. En concreto, de la valorización del hollejo y las semillas de uva y las lías de fermentación se han obtenido en una fase piloto aceite de semillas de uva, antioxidantes naturales de alto valor en alimentación, cosmética y farmacia --extractos polifenólicos--, biofertilizantes y biogás.

Ainia centro tecnológico ha conseguido obtener bioproductos de residuos agroalimentarios procedentes de la industria vitivinícola. En concreto, de la valorización del hollejo y las semillas de uva y las lías de fermentación se han obtenido en una fase piloto aceite de semillas de uva, antioxidantes naturales de alto valor en alimentación, cosmética y farmacia —extractos polifenólicos—, biofertilizantes y biogás.

Mediante la integración de diversas tecnologías, el equipo de investigadores de Ainia ha logrado no sólo obtener estos nuevos productos de valor a partir de subproductos, sino también trabajar los escalados industriales para conseguir que sus costes de producción sean competitivos y puedan llevarse a una realidad de mercado, según ha informado el centro tecnológico en un comunicado.

El proyecto Clamber, pionero en el desarrollo de las biorrefinerías en España, nace para fomentar la bioeconomía en la región de Castilla-La Mancha y persigue el desarrollo de la investigación aplicada para las Pymes. desde un enfoque integrado y sostenible para el aprovechamiento de los subproductos de la industria vitivinícola, que combine la reducción del impacto medioambiental de los residuos y la obtención de nuevos productos de valor.

Las biorrefinerías son instalaciones donde, mediante procesos eficientes de transformación de biomasa, se genera bioenergía —calor, electricidad, biocombustibles— y un amplio espectro de bio-based products o bioproductos —alimentos, piensos, biofertilizantes, biomateriales y sustancias químicas—.

Para conseguir esta gama de productos se necesitan integrar distintos procesos mecánicos, térmicos, químicos o bioquímicos y tecnologías. El concepto de biorrefinería lleva intrínsecamente asociado un grado elevado de sostenibilidad medioambiental y socio-económica, y obliga a tener una visión integral de toda la cadena de valor.

La elaboración de vino de mesa da lugar a una cantidad anual de unos 18 millones de metros cúbicos de subproductos al año en España. Se estima que de cada 100 kilos de vino producido se generan 25 kilos de residuos de la uva, que incluirían semillas de uva, hollejos y lías de vinificación, entre los más relevantes.

Según Ainia, existe un interés creciente en la recuperación de los compuestos bioactivos a partir de los derivados de la uva y que van más allá de las técnicas tradicionales como destilar estos residuos para obtener alcohol destilado, rectificado o aguardiente.

Jornada de innovación

Ainia acogerá el próximo 3 de diciembre la 'Jornada de Innovación: La biorrefinería como apuesta de futuro en el uso sostenible de la biomasa', donde se analizará el diesarrollo de las biorrefinarías en el modelo económico actual y el importante papel de la innovación y la tecnología en este campo.

El acto contará con a presencia de José Manuel González, del CDTI, quien explicará el papel de la 'niciativa Tecnológica Conjunta de Bioindustrias (

Jti bbi) para el desarrollo de las biorrefinerías en la UE' y con el coordinador del proyecto Clamber, Francisco García Iglesias, quien explicará este proyecto "innovador y pionero" en España en el desarrollo e impulso de las biorrefinerías.

Esta jornada de innovación está especialmente dirigida a empresas del sector de la bioenergía —-biogás y biomasa—, explotadores de plantas en funcionamiento, tecnólogos y proveedores de equipamiento, empresas alimentarias y agropecuarias, gestores de residuos agroindustriales y administración.

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