La Confederación de Anpas Galega y la madre del niño de Malpica enfermo de leucemia que reclama atención educativa en su casa, Nieves Villar, han pedido a la Consellería de Educación que ponga en marcha un protocolo de atención domiciliaria que incluya 12 horas y media de clase para los niños enfermos, cifra que varíe sólo en función del diagnóstico médico de cada menor.

Representantes de esta asociación de Anpas han acompañado este viernes a Nieves Villar en un encuentro en Santiago con los grupos parlamentarios del PSdeG, AGE, BNG y Grupo Mixto, quienes se han comprometido a trasladar a la Cámara estas reivindicaciones.

"Vivimos en un país en el que si un niño falta dos días a clase, se activa un protocolo para el absentismo escolar, pero si falta dos años, no se activa nada", ha criticado el vicepresidente de la Confederación de Anpas Galega, Fernando Lacaci, durante la rueda de prensa.

En este sentido, ha reclamado al departamento educativo que active un plan que "garantice el derecho" de los niños enfermos a recibir una educación y estipule "12 horas y medida de clase" para cada caso —la mitad del horario escolar de 25 horas—. Además, pide que, una vez reconocido el derecho a estas 12,3 horas, sean los "médicos", en función del diagnóstico de cada menor, quienes decidan si tienen que ser "más o menos", "pero nunca de forma previa".

"Queremos que este protocolo sea automático, efectivo y que no se reduzca a Primaria, porque a la edad de Hadrián —11 años—, si peleas mucho, consigues una cierta atención, pero si el niño enferma cuatro años más tarde, estás totalmente abandonado", ha señalado.

Reunión con el conselleiro

En la rueda de prensa celebrada tras la reunión con los grupos de la oposición, Nieves Villar ha vuelto a exigir al conselleiro de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, Román Rodríguez, que le reciba para "poder hablar con el" y ha criticado que el grupo del gobierno, el Partido Popular, declinase asistir al encuentro de este viernes para citarlos el próximo lunes.

Tras ello, también ha censurado que desde las instituciones se diga que dar esta atención educativa domiciliaria "no es viable" en algunos casos. "Un niño, aunque esté enfermo, tiene derecho a la educación y a ser feliz. Quiero que, mientras dure el tratamiento, mi hijo tenga su derecho mínimo a la educación, porque es un derecho que debe existir por ley, y no tener que ir pidiendo cada vez una hora más", ha señalado.

Preguntada por los argumentos que da la Consellería de Educación para decidir sobre la atención de su hijo, Nieves Villar ha explicado que "los especialistas dicen que no es viable". "Yo quiero pensar que económicamente no pueden, no quiero llegar a pensar que no es viable porque la mayoría de los niños no acaban el tratamiento", ha respondido.

Al respecto, el portavoz de Confederación de Anpas Galega, Javier Sánchez, ha pedido al conselleiro de Educación que sea él quien explique "por qué no es viable". "Lo que sabemos nosotros de la Consellería es lo que sale en los medios, lo que no nos parece aceptable. Si es viable o no, que nos lo digan y expliquen", ha reclamado.

VOLUNTARIOS

Además, sobre el papel de los voluntarios en la educación de los niños que por su enfermedad necesitan tratamientos de larga duración, Sánchez ha recordado que "lo que es necesario es que la administración garantice el derecho a la educación de todos los niños, en todas las circunstancias que se vean y sin ningún tipo de limitaciones".

"No decimos que el voluntariado no funcione, lo que decimos es que no podemos basar esta sociedad en la capacidad que pueda tener una asociación para atender o no atender", ha precisado

En concreto, según ha recordado su madre, Hadrían recibe seis horas de clase impartidas por la Consellería de Educación y otras 16 horas "particulares". Este apoyo educativo contratado por la familia hace posible que el joven, que actualmente cursa sexto de Primaria, vaya "bien" y pueda realizar el curso que le corresponde según su generación.