La esperanza en el futuro tras la crisis, en la danza de 'Your majesties', este jueves en el Bretón

La esperanza en un futuro mejor tras la actual crisis es la idea central del espectáculo 'Your majesties. Bienvenidos al Antropoceno', que este jueves traerán al escenario del Bretón de Logroño los portugueses Vortice Dance Company. Una actuación, a partir de las 20,30 horas, incluida dentro del 36 Festival de Teatro de la capital riojana.

La esperanza en un futuro mejor tras la actual crisis es la idea central del espectáculo 'Your majesties. Bienvenidos al Antropoceno', que este jueves traerán al escenario del Bretón de Logroño los portugueses Vortice Dance Company. Una actuación, a partir de las 20,30 horas, incluida dentro del 36 Festival de Teatro de la capital riojana.

Sus principales responsables -directores, coreógrafos, bailarines, escenógrafos y hasta diseñadores de vestuario- son Claudia Martins y Rafael Carriço. Ambos han presentado este miércoles la obra, que presentaron este viernes en San Sebastián "coincidiendo con los atentados de París", en lo que han calificado como "una experiencia muy intensa".

Martins ha señalado que es una obra "con un contexto muy actual, que se enmarca en la crisis de conciencia que se vive actualmente". A su juicio, "todos estamos muy conectados" por las redes sociales, pero "al final, somos muy solitarios". Antropoceno hace referencia "a una nueva era, en la que los cambios ambientales en el planeta son consecuencia de la actividad humana".

De este modo, a través de la danza, se sitúa al espectador "ante esa crisis de conciencia y ante la impotencia de borrar las marcas indelebles de los excesos cometidos en el pasado". Sin embargo, el mensaje es "de esperanza, en que puede haber un futuro mejor porque podemos cambiar las cosas".

El espectáculo comienza con el discurso de un hombre sin cabeza, que representa a todos los líderes mundiales, dirigido a un planeta Tierra proyectado en la escena.

De ahí, se parte a un universo más futurista. En escena, surge una estructura de nueve metros, con miles de reflectores suspendidos por hilos que, en un movimiento continuo, reflejan la luz y crean una nube de ambientes.

Desde el inicio del espectáculo, cuatro maniquíes están presentes en escena, y ganan vida a través del 'video-mapping', entrando en diálogo con el público. Al mismo tiempo, los bailarines interactúan con video-proyecciones, dando realidad a las imágenes.

"Es un trabajo multidisciplinar", han coincidido Martins y Carriço, quienes han detallado que, en la base de la creación del espectáculo hay tres discursos: el que pronunció Obama al recibir el Premio Nobel de la Paz, en 2009; las charlas del pensador hindú Jiddu Krishnamurti; o la joven ecóloga Severn Suzuki, en su intervención en la Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992 en Río de Janeiro.

A todo ello, además, contribuye de manera especial la música, "con la que se logra una gran intensidad poética" y que incluye fragmentos de compositores como Phillip Glass, Michael Nyman, Hanz Zimmer, Zeds Dead o Billy Holliday, entre otros.

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