La aerolínea francesa Air France desvió dos vuelos que despegaron desde Estados Unidos y que tenían como destino París al recibir sendas amenazas de bomba por teléfono, informó la compañía.

Uno de los vuelos, un Airbus A-380, había emprendido rumbo desde Los Ángeles, en la costa oeste y fue desviado a Salt Lake City (Utah, EE.UU.), donde las 473 personas que viajaban en él, entre pasajeros y miembros de la tripulación, fueron evacuados y despegó después de que se realizara un registro exhaustivo.

Un portavoz de Air France dijo que el vuelo AF065 entre Los Ángeles y París volvió a despegar de la ciudad estadounidense, donde realizó un parón, con destino a la capital francesa a las 00.29 locales. El Airbus A380 fue objeto de un registro y no hubo nada que impidiera la continuación de su ruta.

El segundo de los vuelos destino París partió desde el aeropuerto de Dulles (Virginia, cerca de Washington), fue desviado hacia Halifax (Nueva Escocia, Canadá), donde los 234 pasajeros y miembros de la tripulación también fueron evacuados y se espera que despegue en las próximas horas.

El portavoz explicó que tampoco se encontró nada sospechoso en el AF055 entre Washington y París durante la escala de emergencia, pero en este segundo caso la reanudación del viaje debió aplazarse por razones de superación de los límites de horarios de trabajo de la tripulación. El Boeing 777 debería retomar su ruta hacia París "esta tarde", añadió.

Air France había justificado el desvío de esos dos vuelos por una llamada recibida en Estados Unidos con "amenazas anónimas". El portavoz no quiso dar precisiones sobre la naturaleza de esas amenazas, y remitió a la investigación abierta por los hechos.

Ambos aviones pudieron aterrizar sin problema y sin que se produjesen daños de ningún tipo para realizar los desvíos.

CNN informó de que el vuelo que había partido de Los Ángeles, identificado con el número 65 por Air France, recibió la amenaza de bomba desde tierra al rato de despegar.

Poco después, el vuelo 55 que cubría la ruta entre Dulles y el aeropuerto Charles de Gaulle de París recibió otra amenaza de bomba, aunque por el momento se desconoce si fue la misma persona la que llamó en ambos casos.

"Varios cuerpos de seguridad están trabajando para determinar la naturaleza de las amenazas que causaron el desvío del vuelo 65", indicó el agente especial de la división de Salt Lake City del FBI Todd Palmer.

En un comunicado, Air France indicó que ambos vuelos fueron objeto de "amenazas anónimas recibidas tras sus respectivos despegues".

"Como medida de precaución y para realizar todas las comprobaciones necesarias en materia de seguridad, Air France, en aplicación de las regulaciones de seguridad, decidió solicitar el aterrizaje de los dos aviones", indicó la aerolínea.