Dolores Delgado, fiscal antiyihad: "Sin garantías jurídicas somos más delincuentes que ellos"

  • La fiscal encargada de la lucha antiyihadista en la Audiencia Nacional advierte de que en estos momentos "ningún país está a salvo de un ataque terrorista".
  • La mayoría de sus 37 investigaciones del último año se centran en células para la captación de jóvenes y mujeres que son enviados a Siria.
  • En su trabajo diario echa en falta la jurisdicción universal y considera que es preciso mejorar la seguridad de los testigos protegidos.
  • "Los refugiados son tan víctimas del terrorismo como nosotros".
Dolores Delgado, fiscal de la lucha contra el terrorismo yihadista, en su despacho de la Audiencia Nacional.
Dolores Delgado, fiscal de la lucha contra el terrorismo yihadista, en su despacho de la Audiencia Nacional.
JORGE PARÍS
Dolores Delgado, fiscal de la lucha contra el terrorismo yihadista, en su despacho de la Audiencia Nacional.

La fiscal Dolores Delgado comanda a un grupo de 18 personas encargadas de investigar, en la Audiencia Nacional, los casos de terrorismo yihadista. En el último año, Delgado ha tenido sobre la mesa de su despacho un total de 37 operaciones diferentes. A unos días de los atentados de París, reflexiona sobre la velocidad con la que los yihadistas convierten a una persona en terrorista. Considera que España está altamente capacitada para investigar este terrorismo, pero no cree que se deba ir presumiendo por ahí. A su juicio, acabar con Estado Islámico requiere cortar el flujo económico a la organización terrorista e integrar mejor a las segundas y terceras generaciones de inmigrantes en Europa. Pide más templanza a los líderes internacionales y asegura que no le gusta que se hable de guerras. "Son terroristas, no combatientes, no se lo merecen", sentencia.

¿Está España a salvo de atentados como los ocurridos en París?

En este momento no hay ningún país a salvo de un ataque terrorista. No hay ningún país blindado absolutamente. Pero tengo que decir que estamos trabajando para que no se produzca desde muchísimos ámbitos. Tenemos una comunidad de inteligencia que funciona muy bien, que está reconocida internacionalmente —nos respetan mucho y nuestras informaciones son buenas, lo que es positivo para ese flujo de información tan necesario—. Tenemos unas fuerzas  de seguridad, todas, que están trabajando muy bien en el ámbito de su competencia. Es verdad que tenemos experiencia en terrorismo, pero también es cierto que nuestros atentados del 11M motivaron una respuesta de fortalecimiento de los órganos de investigación, de especialización y de capacitación que nos ha hecho ir avanzando. Por último, judicialmente también nos hemos sabido adaptar a este crecimiento de la actividad terrorista, que no sólo es poner bombas o sacar un kalashnikov, sino que hay una actividad previa, logística, de preparación, de entrenamiento y de captación que está ahí y también la estamos investigando.

Francia se ha declarado "en guerra" contra el yihadismo después de los atentados, ¿Está España también en guerra?

La guerra no me gusta y menos en el ámbito europeo. Eso supone colocar a los terroristas a nuestro nivel. Nosotros no somos terroristas, somos los buenos, los que respetamos la democracia. Los terroristas son los malos. Decir que estamos en guerra es darles la categoría de combatientes, que no merecen. Ni más ni menos.

En el último año ha coordinado 37 operaciones. ¿Lobos solitarios? ¿Células? ¿Mujeres? ¿Conversos? ¿Cómo son los yihadistas que están bajo su  radar?

Estamos hablando de células de captación, de reclutamiento y adoctrinamiento de personas para que se desplacen a actuar en zonas como Siria o Irak. En algunos de los casos, aunque no la mayoría, ha habido una actividad y predisposición a cometer acciones aquí. Hay una variedad de perfiles entre los yihadistas, pero ha irrumpido algo nuevo: son los adolescentes, los chiquillos, y, sobre todo, las mujeres. Estado Islámico ha desplegado un aparato de propaganda importante. Quieren repoblar un Estado y necesitan mujeres. Saben que ellas tienen gran capacidad de entrega y de sacrificio.

¿Tiene la Audiencia medios suficientes para investigar el terrorismo yihadista? ¿Qué herramienta echa en falta?

Siempre se tiende a decir que faltan medios... Aquí somos 18 personas y ha aumentado exponencialmente el trabajo. Es cierto que se ha reducido el de ETA, pero no se trata tanto del número de efectivos como de la dificultad propia de estos procedimientos. Lograr pruebas indiciarias es muy complicado. Se requieren técnicas que te obligan a estar permanentemente al día. Sí echo de menos la jurisdicción universal, la posibilidad de investigar un delito independientemente de dónde se cometa. Eso nos permitiría reunir y compartir pruebas, algo tan necesario, y que luego el país que pueda sea el que enjuicie. Hablamos de un terrorismo global y se necesita una jurisdicción universal. Procesalmente, también falta profundizar en la colaboración de los testigos protegidos, necesitamos protegerles mejor. Y, de forma complementaria, establecer más medidas penitenciarias para resocializar y desradicalizar.

El Gobierno lleva unos días presumiendo de que España está más avanzada que su entorno en lucha antiyihadista. ¿Lo cree así?

Yo creo que en este momento presumir no viene al caso. Lo que hay que hacer es trabajar para nosotros y para los demás, porque mañana nos pasa algo dentro y ¿qué?. Trabajamos desde antes que algunos, desde 2004, pero porque nos dieron muy fuerte. Lo hemos hecho bien y eso está ahí a disposición de nuestros colegas vecinos.

El ministro del Interior, Fernández Díaz, se ha comprometido a estudiar la propuesta francesa de controlar con pulseras a yihadistas fichados. ¿Lo ve útil?

No me lo he planteado, ahora mismo se están barajando muchas opciones tendentes al seguimiento de sospechosos radicalizados. Pero para colocar un aparato que controle los movimientos de una persona tienen que existir no solo serios indicios y sospechas sino datos objetivos de su potencialidad terrorista.

Hollande quiere cambiar la constitución francesa para ampliar estado de emergencia y tener más capacidad de actuar  sin autorización judicial ¿Lo ve necesario?

No se puede decir esto a tres días de un atentado tan salvaje como el de París. Esa es una respuesta típica de 'shock' brutal. No es que le quiera enmendar la plana, pero los responsables políticos, especialmente los líderes de los gobiernos, tienen que mostrar más sosiego que la población, porque son los encargados de regir el destino de sus países. Lo importante es que pensemos de manera sosegada qué es lo más eficaz y sensato.

Aunque, como ocurre en cada atentado, resurge ahora de nuevo el debate libertad vs seguridad. ¿Ve necesario recortar libertades para ganar seguridad?

No, absolutamente no. Creo que nosotros, desde 2004, no hemos hecho ningún recorte de libertades. El equilibrio está en el control jurídico. Que si se interviene un teléfono, se haga por decisión judicial, que un juez valore si es oportuna esa medida para lo que se necesita investigar. La garantía jurídica no resta eficacia al sistema. El riesgo que corremos, si pasamos esa línea roja no solo es que se pervierta el sistema sino que nosotros seamos más delincuentes que los delincuentes.

¿Cómo se vence a Estado Islámico?

Si tuviera la respuesta, se la contaría y estaría todo resuelto. No hay una solución única, es un conjunto de medidas. Estado Islámico es un ejército que avanza en las redes sociales. Está en Siria, en Libia y en Irak, pero también por todo el mundo y alcanza a colectivos que antes parecía que era imposible. Este terrorismo radicaliza a las personas de un forma exprés. Es importante investigar qué está pasando en Francia y Bélgica con las segundas y terceras generaciones de inmigrantes. Hay que seguir trabajando en la inteligencia y reforzar la cooperación internacional. Hemos desaprovechado la primavera árabe. Nos pilló en Europa en tiempos de crisis y no encontramos la forma de favorecer una cooperación común. Así, aquellos espacios se llenaron de violencia en lugar de democracia. Hay que actuar sobre el flujo económico de Estado Islámico, que no pueda recibir aportaciones, ni financiación...

Por cierto, ¿qué opina usted de que se mezcle el terrorismo con la crisis de los refugiados?

Los refugiados son las victimas del terrorismo. Puede venir algún terrorista entre los refugiados, pero eso no es problema de los refugiados, es problema es de los Estados que tienen que controlarlo. Los refugiados son tan víctimas del terrorismo como nosotros.

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