La matanza de París reabre el debate sobre la política europea con los refugiados

  • El hallazgo de un pasaporte sirio al lado de uno de los terroristas suicidas de la sala Bataclan desata las críticas contra la reubicación de los refugiados en la UE.
  • "Tras los actos trágicos de París, no vemos posibilidades políticas de implementar las cuotas", ha asegurado el ministro polaco de Exteriores.
  • Bulgaria y Eslovaquia apoyan la tesis polaca: "Hemos venido avisando de que hay enormes riesgos para la seguridad".
  • El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, pidió este domingo "no confundir" a los terroristas con los refugiados. 
Un grupo de refugiados sirios caminan por el puerto de Mitilene, isla de Lesbos, Grecia.
Un grupo de refugiados sirios caminan por el puerto de Mitilene, isla de Lesbos, Grecia.
EFE/Orestis Panagiotou
Un grupo de refugiados sirios caminan por el puerto de Mitilene, isla de Lesbos, Grecia.

La terrible matanza terrorista que ha vivido París vaticina turbulencias en la resolución del mayor desafío social con el que se ha encontrado Europa en los últimos tiempos: la acogida de 160.000 refugiados. El hallazgo de un pasaporte sirio al lado de uno de los terroristas suicidas de la sala Bataclan ha servido para que algunos países europeos hayan intentado que el mensaje del miedo penetre en la población, en contra de la postura de la Unión Europea.

La policía francesa encontró un pasaporte de esta nacionalidad al lado de uno de los responsables de la muerte de 89 personas en la sala de conciertos Bataclan. El terrorista entró en Europa el pasado 3 de octubre de 2015 por la isla griega de Leros, según ha confirmado el Gobierno griego. Serbia ha asegurado que cuatro días después esta misma persona entró en el país —por Presevo, la frontera con Macedonia— pidiendo asilo. Sin embargo, la cadena CBS ha revelado —citando fuentes de la Inteligencia estadounidense (CIA)— que el pasaporte sirio encontrado en Bataclan sería falso porque no tiene los números necesarios y la fotografía y el nombre no coinciden.

Esta cadena de acontecimientos ha sido utilizada por varios dirigentes europeos para cuestionar la política migratoria europea y la implementación de las cuotas de asilados. El leitmotiv de sus argumentos se centra en la posible entrada de terroristas a Europa camuflados entre los refugiados, un hecho sobre el que ya llamó la atención el Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

Los países del Este se han mostrado especialmente reticentes arguyendo razones de seguridad. El nuevo ministro polaco de Asuntos Exteriores, Konrad Szymanski, del partido ultraconservador y euroescéptico Ley y Justicia (PiS), ganador de las elecciones del pasado octubre, ha asegurado que su gobierno no está de acuerdo con los compromisos tomados por Polonia para aceptar las cuotas de inmigrantes impuestas por la UE (debería recibir 9.287 refugiados en dos años): "Tras los actos trágicos de París, no vemos posibilidades políticas de implementar las cuotas".

"Hemos venido avisando de que hay enormes riesgos para la seguridad. Afortunadamente alguna gente abrirá los ojos ahora", ha señalado, por su parte, el primer ministro eslovaco, Robert Fico, que votó en contra del reparto de las cuotas. Desde Bulgaria, su primer ministro, Boiko Borisov, ha calificado los atentados como "el nuevo 11 de septiembre en Europa": "Es un riesgo de terrorismo que radica en los miles de refugiados que llegan a ese continente".

En Francia, la oposición solicita el control definitivo de sus fronteras. "Francia y los franceses ya no están seguros", ha recalcado la presidenta del partido ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen. Los socios de Ángel Merkel en el Gobierno alemán tampoco ven claro la llegada de los refugiados después de lo sucedido en París. Horst Seehofer, líder de la Unión Social Cristiana (CSU), ha exigido controles más estrictos en las fronteras exteriores de la UE.

UE: "Ellos son criminales"

La postura de la Unión Europea ante esta catarata de declaraciones es firme: continuar con los planes acordados de reubicación de los refugiados. "No hay necesidad de cambiar el enfoque general", ha dicho el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean Claude Juncker, quien pidió este domingo a todos en Europa "no confundir" a los terroristas que perpetraron los atentados con los refugiados que "huyen de la filosofía y mentalidad que inspiran" estos actos. "Ellos son criminales y no refugiados", ha continuado el presidente de la Comisión. "Este no fue un ataque contra Francia y París, fue un ataque contra los valores universales", ha concluido Jucker.

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