El Govern prepara el Código Ético para cargos públicos contra la corrupción que podría tener listo en unos meses

El Consell de Govern lo aprobará a final de año o principios de 2016 y será de obligado cumplimiento
Esperança Camps
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EUROPA PRESS
Esperança Camps

Varios conseller y representantes del Govern participan este jueves en una reunión de trabajo para definir el contenido del Código Ético para altos cargos que establece unas normas de conducta para garantizar el comportamiento ético de los responsables institucionales, con el objetivo de combatir la corrupción y malas prácticas.

'¿Por qué es necesario un Código Ético?', es el título de la jornada en la que se busca la "máxima implicación" de todos los responsables políticos con los fundamentos del Código Ético, que se espera que pueda aprobarse a final de este año o principios de 2016 en Consell de Govern.

La iniciativa será de "obligado cumplimiento", tal y como ha explicado al consellera de Participación, Transparencia y Cultura, Esperança Camps, quien ha recordado la importancia de establecer un mayor control entre las actuaciones de los altos cargos de la administración de cara a que no se repitan conductas relacionadas con la corrupción de etapas anteriores "un poco oscuras", ha apuntado.

El contenido de este código recogerá estándares mínimos del comportamiento de altos cargos, basados en la "independencia e integridad", y también abordará otros aspectos concretos, como son la publicación de agendas, usos de coches oficiales, aceptación de regalos, entre otros.

"compromiso del pacto con los ciudadanos"

Según ha explicado Camps, la elaboración de este Código Ético es un compromiso del Pacto de Govern, y lo que se hace es "implicar a las personas que lo deben cumplir, para que seamos conscientes de cuáles son los compromisos que adquirimos".

Por su parte, el director general de Participación y Transparencia, Miquel Gallardo, ha recordado que en el año 2010 ya hubo un intento de aprobar un Código Ético que no llegó a buen fin.

Así, se trata de establecer los "comportamientos y conductas que son imprescindibles" para ocupar un cargo público, y que afectan a aspectos como la integridad, excelencia y la capacidad para cumplir el trabajo que tenemos encomendado, ha precisado.

"Todo el trabajo que realicemos durante estos cuatro años condenará ciertas conductas que hasta ahora podían dar lugar a casos de corrupción o de malversación de fondos públicos", ha añadido Gallardo, quien ha explicado que han estado trabajando durante los últimos meses con textos de diferentes partes del mundo; de la Comisión Europea, País Vasco, Cataluña o Navarra.

En la sesión de trabajo ha participado el catedrático de la Universitat Pompeu Fabra y experto en ética pública, Rafael Jiménez Asensio.

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