La inversión en los barrios, el refuerzo de los servicios de limpieza y la política social serán los tres ejes principales del primer presupuesto elaborado por el nuevo Ayuntamiento de Valencia gobernado por los tres partidos de izquierdas (Compromís, PSPV y València en Comú) y presidido por Joan Ribó.

El Gobierno local ha presentado en la tarde de este martes ante el Consejo Social de la ciudad las grandes líneas de las cuentas públicas municipales de 2016. Unos presupuestos ascienden en total a 753,6 millones de euros, un 2,1% más que los últimos aprobados por Rita Barberá.

El gasto corriente aumenta en 12,5 millones de euros para la prestación de servicios como políticas sociales, limpieza (una de las grandes demandas vecinales) y Educación. En este último campo destacan la parte del programa de gratuidad de libros de texto que aporta el Consistorio y el programa piloto de aulas de dos años que se desarrolla en cinco colegios públicos de Valencia.

En cuanto al transporte público, Ribó anunció que está a punto de cerrarse un acuerdo para lograr el contrato-programa con la Generalitat y el Gobierno central. Mientras, dijo "tenemos que mejorar la dotación de la EMT. Uno de los aspectos que se financiarán es el bono social de 10 euros al año para desempleados y sus familias", explicó.

Se crearán nuevos servicios que hasta ahora no existían, como  Agricultura, Participación, Transparencia, Bienestar Animal y Cooperación, y se dotarán de personal. Además, se reforzará el del área de Bienestar Social.

Las inversiones suben en  29,4 millones de euros respecto al último presupuesto de Barberá. Del total, 7 millones de euros se repartirán por primera vez entre los distritos para las propuestas de inversión de cada uno de ellos. Otro apartado irá destinado a la reforma y revitalización de los mercados municipales, cuya situación fue definida como "decrépita" por Ribó. Las cuentas se presentarán al pleno municipal el próximo 20 de noviembre.

Valencia apostará por primera vez por la construcción de viviendas sociales para ampliar el parque público propiedad del Ayuntamiento. "Barcelona, con doble de habitantes, tiene 10.000 viviendas sociales, y Valencia no llega a 100. Vamos a comenzar un plan de construcción de vivienda social con una dotación importante", anunció Ribó. Además, el plan de rehabilitación de inmuebles comenzará en El Cabanyal.

El Ayuntamiento incrementará un 0,3% el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el "gran impuesto", en usos vinculados a negocios con valores catastrales altos, como centros comerciales o grandes despachos, como Ribó ha recordado que "hacen desde hace años ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza o Málaga". Mientras, el recibo del IBI se mantendrá "congelado" para todas las viviendas residenciales.