El Museo Rodin de París ha celebrado su reinauguración, despues de los trabajos de reconstrucción en su sede, el antiguo Hôtel Biron. Fue la última residencia del escultor francés Auguste Rodin, y es el espacio que lleva albergando al museo desde 1919.

Han sido un total de tres años de obras para devolver al palacete del siglo XVII todo su esplendor. Unas obras que han costado alrededor de 16 millones de euros (un 49% subvencionado por el estado francés), que han sido empleados en reparar la estructura y los suelos del museo, deteriorados por aguantar el peso de las obras escultóricas expuestas.

La directora del museo, Catherine Chevillot, ha explicado en el acto de inauguración que ahora se le da mucha más importancia al proceso creador de Auguste Rodin (1840-1917). Por eso, las piezas en yeso ocupan un lugar destacado dentro de la exposición, al ser este el material predilecto por el autor, "sobre el que continuaba su reflexión artística, en constante devenir", según Chevillot.

Entre las novedades que le esperan al visitante del nuevo museo se encuentran las 18 salas de las que se compone el edificio, iluminadas con las tecnologías más avanzadas. Además se han actualizado las normas de acceso y seguridad para adecuarse a la era tecnológica.

Entre las obras maestras que los espectadores (cerca de 700.000 al año) pueden contemplar destacan El pensador o La puerta del infierno.