La Comisión Europea (CE) ha elevado su previsión de crecimiento de la economía española para este año y el próximo. La nueva estimación de Bruselas para el PIB español, contenida en el documento de Previsiones de Otoño, es del 3,1% para 2015 (frente al 2,8% anterior) y un 2,7% para 2016 (una décima más que antes). "Tuvo un fuerte crecimiento al comienzo de este año, pero se moderará en el cierre", advierte el Ejecutivo comunitario.

Las expectativas de Bruselas siguen, sin embargo, por debajo de las estimaciones del Gobierno español. El Ejecutivo de Mariano Rajoy cree que nuestra economía crecerá un 3,3% y un 3% en 2015 y 2016, respectivamente, y considera que Bruselas se equivoca en su previsiones para el PIB español. La Comisión publica también por primera vez sus expectativas para 2017, año en el que cree que la expansión del PIB español se reducirá al 2,4%, un "crecimiento robusto" pese a la desaceleración que significará. En este año, el Gobierno español había estimado un crecimiento del 2,9%.

El último dato de crecimiento —un 0,8% en el tercer trimestre, inferior a la subida en los dos primeros— rompió una racha de nueve alzas trimestrales cada vez mayores y ensombreció el discurso la recuperación que el Gobierno defenderá antes de las elecciones del próximo 20 de diciembre. El mal dato de paro en octubre, que registró un crecimiento del desempleo mayor que en el mismo mes del año anterior— fue otra sombra en el camino de la recuperación.

La CE ha sido más dura con las estimaciones de cumplimiento del déficit público, pese a reconocer una "mejora" de las cuentas en los últimos años. La CE había considerado el mes pasado que el déficit sería del 4,5% del PIB al cierre de 2015, pero el Ejecutivo comunitario empeora ahora su visión sobre el estado de las cuentas y espera que se eleve aún más, hasta el al 4,7% (cinco décimas por encima del límite pactado del 4,2% para nuestro país).

Bruselas explica que la cifra estimada de déficit de 2015 incluye ahora la décima porcentual correspondiente al "agujero" de 1.500 millones que Bruselas obliga a España a imputar como déficit de este año por facturas de Cataluña y Zaragoza que no se habían contabilizado como gasto público, sino como inversión privada.

El desvío de cinco decimas para este año supone unos 5.000 millones de desajuste que el Gobierno espera compensar con los mayores ingresos producidos por el crecimiento económico —que el ministerio de Economía eleva por encima de lo estimado por Bruselas—: los PGE para 2016 consideraban que los ingresos tributarios aumentarían el próximo año un 4%, hasta los 193.520 millones.

También la visión de Bruselas sobre las cuentas de España es pesimista para 2016: un 3,6% de déficit estimado para el próximo año, una décima más que lo calculado hace un mes y ocho décimas de exceso sobre el 2,8% acordado entre Bruselas y nuestro país. Un descuadre de 8.000 millones de euros. España, de este modo, no lograría situar su déficit por debajo del límite del 3% marcado por las normas europeas hasta 2017 (-2,6%), un año después de lo exigido.

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, contradice las previsiones de Bruselas y asegura que "el Gobierno está convencido de que se van a cumplir los objetivos de déficit público este año". El responsable económico del Gobierno cree que las previsiones "certifican la solidez de la economía española".

La suma del desfase presupuestario (trece décimas en dos años) sería de 13.000 millones de euros en los próximos dos años. La oposición y los técnicos de Hacienda opinan que no podrá ser compensado solo con el incremento de ingresos y aseguran que obligará, por el contrario, a realizar más recortes de gasto.

El informe de Bruselas asegura que los "riesgos" de incumplir estas predicciones se sitúan en el "gasto de las comunidades autónomas", un apunte nada inesperado teniendo en cuenta que se espera que 14 de las 17 autonomías incumplan el límite de déficit del 0,7% impuesto por el Gobierno para este año.

En cuanto a la tasa de desempleo, Bruselas espera que cierre este año en el 22,3%, solo una décima mejor que en sus previsiones de mayo, y el próximo año en el 20,5%, de modo que no bajaría del 20% hasta 2017, con un 19%. "La moderación salarial, reflejada en un incremento modesto de los costes laborales unitarios, está ayudando a la creación de empleo y a la bajada de la tasa de paro", explica el informe.

El vicepresidente de la CE para el Euro, el conservador Valdis Dombrovskis, matizó después a Efe que la tasa de paro en España sigue siendo "muy alta", aunque seis puntos porcentuales por debajo de los niveles alcanzados hace dos años.

Dombrovskis advirtió de que España necesita continuar "con determinación" la aplicación de reformas estructurales y reducir los elevados niveles de deuda pública y privada para poder alcanzar una recuperación sostenible y mejorar las condiciones sociales.