El pasado domingo entró en vigor por completo para el barrio de Ópera el Área de Prioridad Residencial (APR), que restringe el tráfico para los vehículos privados (excepto para vecinos) en la zona delimitada por la plaza de España, la Gran Vía, la plaza del Callao, la calle del Carmen, la puerta del Sol, la calle Mayor, la plaza de Oriente y la calle de Bailén. Su puesta en marcha ha sido acogida con gran entusiasmo por los vecinos, que han hecho realidad una "reivindicación histórica". "Estamos contentos de que por fin se haya materializado esta reivindicación histórica", asegura un portavoz de la asociación vecinal Ópera-Austrias, que no oculta el malestar mostrado por comerciantes y responsables de aparcamientos.

Las restricciones al tráfico del centro empezaron en el año 2004 cuando era alcalde Alberto Ruiz-Gallardón (PP) con la declaración de APR para la zona de Cortes. Posteriormente se extendió al barrio de Las Letras (2005), Embajadores (2006) y el pasado mes de agosto a Ópera, donde hasta el domingo no se multaba con los 90 euros correspondientes la entrada sin autorización en esta zona restringida al tráfico privado.

Sin embargo, unos 62.000 vecinos de los barrios de La Latina (15.000), Universidad (30.823) y Justicia (16.395) esperan aún que el Consistorio que dirige Manuela Carmena regule el acceso del tráfico privado en sus zonas. La delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, ya ha anunciado que en los seis primeros meses de 2016 se realizarán los estudios y procesos de evaluación para estas nuevas APR.

"Nuestro objetivo es que en 2016 todo el distrito centro sea APR", señala Jordi Gordom, presidente de la asociación ciudadana del barrio de Universidad y portavoz de la coordinadora de asociaciones de vecinos del centro. "Las calles del centro tienen que volver a ser espacios habitables para los vecinos", agrega.

Saturnino Vera, presidente de la asociación de Las Cavas y Costanillas, considera "imprescindible" que esta medida se materialice el próximo año para asegurar la "sostenibilidad" de La Latina y evitar problemas de seguridad: "Nuestro barrio está enclavado entre Ópera y Embajadores, lo que significa que ahora vamos a estar más saturados aún de tráfico. Ya no se trata solo de que los vecinos de La Latina no pueden entrar o salir de su barrio. Hay un grave problema de seguridad cuando se bloquean los accesos por la carrera de San Francisco, calle Toledo y ronda de Segovia. Si pasa algo en determinados momentos, los servicios de Emergencia no pueden entrar ni salir". "Lo estamos esperando como agua de mayo. Responde a una propuesta del distrito de finales de los años 90 que tiene más ventajas que inconvenientes. Lo que esperamos es que se ejecute bien", opina José Carlos Nicolau, presidente de ls vecinos de Justicia.

Las restricciones al tráfico, por contra, no han sido tradicionalmente bien recibidas por los comerciantes. Desde la Confederación de Comercio Especializado de Madrid (COCEM) ya han calificado de "inapropiado" que en un futuro todos los barrios del Centro puedan ser declarados zona APR, como han pedido los vecinos al Ayuntamiento: "Es una medida que no beneficiará al comercio del Centro. En el barrio de Las Letras, por ejemplo, los comerciantes no están nada contentos".

El 1 de noviembre entraron en vigor los nuevos criterios de acceso y funcionamiento comunes a las cuatro APR. Inicialmente, estas normas fueron aprobadas mediante un decreto por el anterior Gobierno municipal del PP para que se pusieran en marcha desde el pasado 1 de agosto. Sin embargo, el nuevo Consistorio de Ahora Madrid decidió aplazar su entrada en vigor para introducir algunos cambios en la reglamentación fruto de la negociación con vecinos y comerciantes. Estos son los principales nuevos criterios de funcionamiento: