La niñas chinas siguen siendo el colectivo favorito de los madrileños a la hora de emprender una adopción internacional, un fenómeno al alza y un boom en Madrid. El pasado año, la Comunidad registró una cifra récord de solicitudes: 1.691, el mayor número hasta la fecha. Y anualmente, según explican desde Familia y Asuntos Sociales, unos 900 niños son adoptados. El 90% procede de otros países.
La adopciones nacionales, en cambio, no pasan de 150 desde 2000. En 2006 fueron 108, un 14% menos que en 2005, cuando se adoptaron 123 menores españoles. La razón es que en Madrid se producen "poquísimas" renuncias de bebés o abandonos en hospitales, según Familia. Por ello, los cauces para adoptar se mantienen cerrados, como ocurre en la actualidad, y sólo se abren cada cierto tiempo. Sin embargo, una vez iniciado el proceso sólo se tarda dos meses.
Difícil y costoso
Tener en brazos a un pequeño que vendrá de lejos suele ser un camino largo, difícil... y costoso. Las adopciones internacionales tienen precios en función del país. China, por ejemplo, cobra 10.000 €; Rusia, el segundo más solicitado, 18.000 € y Colombia, también en el ranking, 11.000. La espera varía igualmente: va de los 20 meses de media de China a los 26 de Colombia.
Los trámites para la adopción se inician a través de la Comunidad. Desde que se hace la solicitud hasta que se concede el certificado de idoneidad; es decir, el aval para seguir adelante con el proceso, pueden pasar seis meses. Después entran en escena las agencias, entidades que se hacen cargo de la tramitación. "Hay que tener paciencia y mentalizarse de que no se está comprando un bolso", dicen desde Profilia, organización que gestiona adopciones en México y Honduras.
Requisitos cada vez más duros
En mayo, China endureció sus exigencias a las familias adoptantes, lo que está motivando que emerjan países como Vietnam o Filipinas. El gigante asiático ya no permite adoptar a las familias monoparentales y exige a los dos miembros de la pareja tener el título de bachiller superior para concederles el niño. Tal es el control, que incluso piden el índice de masa corporal y si el padre o la madre tienen obesidad mórbida les deniegan la adopción.
Adoptó a una niña china y espera otra
Beatriz Freijeiro 41 años, decoradora
"Es algo que siempre tienes en la cabeza, es otra forma de ser padres, no te lo puedes plantear como una ayuda, porque a esa hija la quieres igual", dice Beatriz Freijeiro, de 41 años, cuando le preguntan por qué adoptó una niña china. Madre de tres hijas de 16, 12 y 6 años, Beatriz y su marido no dudaron en aumentar la familia con la adopción. María llegó a casa en 2005 después de un trámite iniciado dos años antes. La familia pagó unos 8.000 €, sin incluir los gastos del viaje a China (en la foto, todos ante la Muralla). A María se sumará otra niña adoptada en ese país que vendrá en 2009.
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