Los 'curas rojos' de Entrevías reconocen que leen el Corán con los musulmanes

  • "Nos sentimos hijos del mismo Padre", dicen en una declaración.
  • El Arzobispado les exige que dejen de oficiar misas.
  • Entregan un documento sobre su relación con los desvalidos.

Los sacerdotes de la Parroquia de San Carlos Borromeo -la parroquia roja de Entrevías - manifestaron hoy que han acogido y acogen inmigrantes musulmanes y cuando éstos leen el Corán, ellos lo traducen y se "unen a su oración, sintiéndonos hijos del mismo Padre".

Los sacerdotes hacen esta afirmación en una declaración que entregaron al obispo auxiliar de Madrid Fidel Herráez, en la que sostienen que "seguimos sin entender la necesidad de cerrar nuestra parroquia".

La declaración afirma que la parroquia es "lugar social de aquellos que viven en la pobreza: toxicómanos, inmigrantes, presos, enfermos de Sida, prostitutas, familias sin recursos, mujeres maltratadas, homosexuales, menores, familias separadas...".

El texto, que trata de superar "la situación de desconcierto creada en estos meses", fue entregada al obispo auxiliar el pasado lunes, 9 de julio, según un comunicado de la parroquia, y sostiene la necesidad de "no sustraer al mundo de los pobres una parroquia que, ya de hecho, viven como referente y casa donde morar".

El Arzobispado no quiere que oficien

Con esta declaración, los responsables de la iglesia de San Carlos Borromeo, respondieron al Arzobispado de Madrid sobre la propuesta que le hizo para que mantenga su labor social, pero no celebre oficios religiosos .

La declaración considera que "los excluidos tienen derecho a tener su parroquia" y "mantener la comunidad parroquial, que es referente imprescindible para muchos de sus miembros en la vida diaria y de fe, no puede en modo alguno ser sustituida".

En los años 80 comenzaron a llegar chavales solicitando ayuda; traían otras cargas detrás

La declaración repasa la historia de la parroquia desde principios de los años ochenta, cuando "comenzaron a llegar chavales solicitando ayuda por sus problemas de drogadicción, fundamentalmente, aunque traían otras cargas detrás, muchos estaban en la calle y cometían delitos más o menos importantes".

Según explica la declaración, se inició la experiencia "con el apoyo del obispo Alberto Iniesta, siendo el cardenal de Madrid Enrique Tarancón, dedicándose la parroquia preferentemente a la marginación".

Posteriormente, en 1986 dejó de ser territorial, por iniciativa del obispo García Gasco, cuando el cardenal de Madrid era Ángel Suquía.

"Gente de todas partes"

"Desde los comienzos ha acudido gente de todas partes, además de la propia del barrio, profesionales de distintas áreas en un intento de colaboración, abogados, jueces, fiscales, empresarios, estudiantes de educación y trabajo social, psicólogos, médicos, etc.", afirma el comunicado.

Rezan con nosotros y leen el Corán, uniéndonos a su oración, sintiéndonos hijos del mismo Padre

"También vinieron en su momento los insumisos y sus madres, que se organizaron como las de los chavales de la calle, más adelante los 'okupas'" y también los gitanos, que "venían más individualmente, pero acogimos a cuarenta y dos miembros de cuatro familias que habían echado a la calle", agrega.

Reconoce también que "a comienzos de 2001 acudieron setenta emigrantes que estuvieron cerca de siete meses en la parroquia, durmiendo en colchones en el suelo".

"Reivindicaban sus papeles, pero no tenían sitio donde ir" y "en ese tiempo buscamos viviendas y trabajo, quedando muchos en nuestras casas, sobre todo los marroquíes", quienes "comparten nuestras celebraciones, rezan con nosotros y, cuando hay muchos, los musulmanes leen el Corán, que traducimos, uniéndonos también a su oración, sintiéndonos hijos del mismo Padre".

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