Solo 24 horas después de que quedase constituido el Parlament Catalán, las formaciones independentistas Junts pel Sí y la CUP han registrado este martes en el parlamento autonómico una propuesta de resolución conjunta para que el pleno de la cámara apruebe el "inicio del proceso" independentista hacia una "república catalana". El texto lo han registrado Jordi Turull (CDC) y Marta Rovira (ERC), por parte de JxSí, y Antonio Baños y Anna Gabriel por parte de la CUP, tras semanas de negociaciones.

La iniciativa, que se tramitará por la vía de urgencia, se debatirá en un pleno extraordinario que se prevé para antes del de investidura, que tendría que celebrarse el 9 de noviembre como tarde. Ha sido la CUP la que ha insistido en que dicha declaración debía aprobarse inmediatamente, antes incluso de la elección del presidente. Elección, por cierto, que sigue en el aire, puesto que la CUP mantiene su negativa a investir a Artur Mas, como ha puntualizado este mismo martes el portavoz de la CUP en el Parlament, Albert Botran.

La propuesta de resolución plantea "declarar solemnemente el inicio del proceso de creación del Estado catalán independiente en forma de república", sin supeditarse a lo que pueda decir un Tribunal Constitucional que consideran "deslegitimado y sin competencia". Una deslegitimación que proviene, según hacen constar, de la sentencia de 2010 en la que recortó aspectos fundamentales del Estatut aprobado en referéndum.

El texto procura evitar, no obstante, el empleo explícito del término "desobediencia" que defendía la CUP, pero insta al nuevo Govern a "cumplir exclusivamente aquellas normas o mandatos emanados" del Parlament, a fin de "blindar los derechos fundamentales que puedan estar afectados por decisiones de las instituciones del Estado español".

La iniciativa prevé que en un plazo máximo de 30 días se inicie la tramitación de las "leyes de proceso constituyente, de seguridad social y de hacienda pública", que deben servir para poner las bases de estructuras de Estado imprescindibles para la "desconexión democrática" de Cataluña con respecto al conjunto de España. En este sentido, proclama la apertura de un "proceso constituyente ciudadano, participativo, abierto, integrador y activo para preparar las bases de la futura constitución catalana".

Ofrece, además, un guiño a formaciones como Catalunya Sí que es Pot al incluir, en el primero de los nueve puntos de los que consta, una referencia al hecho de que el mandato democrático obtenido el 27S refleja una mayoría de diputados independentistas y "una amplia mayoría soberanista en votos y escaños que apuesta por la apertura de un proceso constituyente no subordinado". La mitad del grupo de izquierdas, en el que se integra Podemos, votó este lunes a favor de la investidura de Carme Forcadell como presidenta del Parlament.

La Mesa del Parlament ya ha admitido a trámite la propuesta de resolución con los cuatro votos independentistas de Junts pel Sí a favor y los votos de los otros tres miembros en contra. Según fuentes parlamentarias, está previsto que la Mesa se reúna de nuevo el miércoles para tramitar la propuesta con carácter de urgencia, para lo que hará falta el apoyo de al menos tres grupos parlamentarios o el aval de una quinta parte de los diputados del hemiciclo.

Este paso conjunto de Junts pel Sí y la CUP en su camino hacia la independencia de Cataluña llega cuando aún resuenan los vivas a la "república catalana" de la nueva presidenta de la cámara, la independentista Carme Forcadell (JxSí), al final su discurso en la sesión constitutiva del Parlament. Y este martes, nada más tener conocimiento de la declaración registrada por las formaciones independentistas, las reacciones no se han hecho esperar.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha comparecido expresamente para valorar la iniciativa de los independentistas catalanes, a la que ha calificado de "provocación", y ha dicho que "el Estado no va a renunciar al uso de todos los mecanismos políticos y jurídicos en defensa de la sobreranía del pueblo español". Rajoy ha lanzado "un mensaje de tranquilidad" a los españoles y en particular a los catalanes, y ha recho referencia a la reforma del Tribunal Constitucional recientemente aprobada por la vía de urgencia, que confiere al tribunal la capacidad de hacer cumplir sus resoluciones aunque para ello que recurrir a la suspensión temporal de un funcionario público como el presidente de la Generalitat.

Por su parte, el Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, ha mostrado su confianza en que "al secesionismo catalán" se le puede ganar "con la Ley, los votos y la política", y ha calificado de "antidemocrático el pulso" independentista.

La líder de Ciutadans en Cataluña, Inés Arrimadas, ha calificado de "golpe a la democracia y al orden constitucional" dicha propuesta de resolución, y ha advertido de que su partido "no descarta" ningún mecanismo político o legal. Albert Rivera, presidente de la formación, ha pedido a Rajoy que la recurra al Tribunal Constitucional.

El líder Unió, Josep Antoni Duran Lleida, ha calificado de "barbaridad" la propuesta. "Entiendo que esta resolución es una de las condiciones puestas por la CUP para investir a Artur Mas como president. Si se pretende que se cumplan solo las leyes del Parlament me parece una barbaridad. ¿Quién es la CUP para decir qué leyes se pueden cumplir y cuáles no? También dirán que las normas de tal ayuntamiento son buenas y las de otro no? Estamos entrando en un juego peligroso", ha advertido.

El candidato de IU a presidente del Gobierno, Alberto Garzón, se ha mostrado "contrario" a una declaración unilateral de independencia de Cataluña y ha defendido que la solución al conflicto soberanista "es la palabra, nunca el uso de la fuerza".