El padre de un guardia civil fue el primero en atisbar el atunero que ocupó Perejil

  • El padre de un guardia civil fue el primero en detectar la embarcación marroquí.
  • La ocupación de Perejil se confirmó oficialmente horas después.
  • Se buscó el éxito de la vía diplomática para resolver el conflicto.
Momento del desembarco en la Isla Perejil. Foto: Guardia Civil.
Momento del desembarco en la Isla Perejil. Foto: Guardia Civil.
Momento del desembarco en la Isla Perejil. Foto: Guardia Civil.

Aquella mañana del 11 de julio de 2002 la centralita de la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta recibía una llamada que iba a tildarse de histórica. La del padre de un agente de la Benemérita que alertaba de la presencia de una barca atunera con soldados marroquíes a bordo que se dirigían hacia Perejil.

El hombre había atisbado el pase de la embarcación mientras se encontraba pescando en las cercanías de la playa de Benítez. Lo pintoresco del hecho le movió a hacer esa llamada al cuartelillo, sin saber que de la misma se desencadenaría uno de los conflictos más relevantes que ha habido entre España y Marruecos y que ahora recupera 20 minutos.

Foto tomada por la Guardia Civil cuando habló con los marroquíes durante el conflicto de la Isla Perejil.Tres agentes del Servicio de Información se acercaron a bordo de una patrulla del Instituto Armado para comprobar que el aviso ciudadano era real. Algo que verificaron en su encuentro con un destacado militar con un mando al frente que les informó de su pretensión de ocupar la roca.

La idea no era otra que la de ocupar una zona que hasta la fecha había sido protagonista de alguna que otra persecución a narcotraficantes y había servido de infraestructura idónea para los traslados de hachís en gomas hacia la península.

Información en secreto

Conocida la situación que avecinaba ya la generación de un conflicto diplomático, la Benemérita informó de los hechos a la Delegación del Gobierno en Ceuta, que calló el episodio ante la esperanza de que los cauces diplomáticos pudieran servir para atajar la crisis. Estos fueron los silencios administrativos y políticos de los que nunca se habló y que se recuerdan ahora, cinco años después de la ocupación de Perejil.

Fuentes de la Benemérita consultadas por 20minutos.es destacan que los agentes que acudieron a comprobar el aviso ciudadano fueron "amenazados", ya que los soldados marroquíes tenían la orden de ocupar Perejil, de ahí que pudieran "responder" ante cualquier intento de veto español.

Esa fue la razón del 'dejar marchar' y el permitir, como se permitió, que el destacamento marroquí siguiera su camino hacia la roca. Horas después de aquella actuación, la Delegación del Gobierno confirmaba, ya de noche, lo sucedido, tras haber fracasado la vía diplomática.

Un fracaso que se sumó al de las fuerzas de seguridad destacadas en Ceuta, ya que no detectaron ni la salida de la embarcación ni su aproximación a la isla, teniendo conocimiento del asunto por un vecino anónimo que pasará a la historia como el auténtico protagonista de esta historia.

Tras este revés se dio orden de incrementar el número de agentes de los servicios de información tanto en la Guardia Civil como en la Comandancia General, intentando eliminar el error histórico que llevó a los propios mandos militares de la época a enterarse de lo sucedido en pleno acto militar de bajada de bandera, horas después de la ocupación.

Una ocupación que terminaría un 17 de julio cuando "al alba" y con "viento de levante de 35 nudos", tal y como recordó el que fuera ministro de Defensa, Federico Trillo, un comando de operaciones especiales procediera a la detención de los seis gendarmes que fueron sorprendidos en pleno sueño. Un sueño que terminó con esta demostración de poder.

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