La novela de Sánchez Arévalo retrata a la mujer y la clase alta de Estados Unidos

El finalista del Premio Planeta, el cineasta con raíces cántabras Daniel Sánchez Arévalo, ha presentado este jueves su obra 'La isla de Alice' como una novela de mujeres --hasta el punto que le gustaría que pareciera escrita por una mujer-- y también como un retrato de la clase social alta de Estados Unidos y la "aparente perfección" de sus vidas.
Daniel Sánchez Arévalo, finalista del Premio Planeta
Daniel Sánchez Arévalo, finalista del Premio Planeta
EUROPA PRESS
Daniel Sánchez Arévalo, finalista del Premio Planeta

El finalista del Premio Planeta, el cineasta con raíces cántabras Daniel Sánchez Arévalo, ha presentado este jueves su obra 'La isla de Alice' como una novela de mujeres —hasta el punto que le gustaría que pareciera escrita por una mujer— y también como un retrato de la clase social alta de Estados Unidos y la "aparente perfección" de sus vidas.

En rueda de prensa tras la entrega del premio, ha explicado que es la investigación de una mujer sobre la muerte de su pareja, y que eso sirve a la vez a la protagonista para atravesar el duelo de esa misma muerte.

El autor escribió la historia mientras él mismo sufría la "terrible" enfermedad que padecía la pareja de su madre, Héctor: "Mamá: todo esto es por y para ti", ha dicho, emocionado, y teniendo a su madre en primera fila.

También ha citado al actor catalán Quim Gutiérrez, protagonista de algunas de sus películas y que ha definido como un hermano.

El escritor ha explicado que, tras sus películas, éste es "el proyecto más ambicioso y personal de su carrera": la historia de Alice Williams, que vive en Estados Unidos, casada con una hija y embarazada Otra vez, pero que se queda viuda.

Las circunstancias de esa muerte no encajan y ella reconstruye el camino del marido hasta su muerte, lo que le lleva a una isla, donde la investigación de la muerte le sirve también para superar el luto y encontrarse a sí misma.

Seguir en pie tras el duelo

En la isla de 500 habitantes indaga por qué él había estado yendo allí durante dos años pero sin decirlo: eso le sirve para aprender a "seguir en pie tras el duelo" y para encontrar la luz durante y al final del camino.

Sánchez Arévalo ha pasado mucho tiempo en Estados Unidos, aunque intermitentemente, y ha dicho que le "fascina" la aparente fluidez de la vida allí.

El autor ha explicado que se aferró a la novela para afrontar la enfermedad de uno de sus seres más queridos, Héctor, pareja de su madre durante 25 años.

El miembro del jurado Juan Eslava Galán ha dicho que el texto refleja con acierto la sociedad americana y la novela es creíble, con diálogos igualmente creíbles, y con un final que le dejó "impactado varios días".

Para él, en esta lectura "no falta nada", incluida una rica galería de personajes, y una exposición de vidas que reflejan un entramado social del microcosmos de la isla.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento