Casi el 20% de los nuevos diagnósticos de cáncer de mama son mujeres menores de 45 años

Una mujer con una pañoleta rosa, color representativo de la lucha contra el cáncer de mama.
Una mujer con una pañoleta rosa, color representativo de la lucha contra el cáncer de mama.
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Una mujer con una pañoleta rosa, color representativo de la lucha contra el cáncer de mama.

Cada vez más jóvenes. De los 26.000 nuevos diganósticos de cáncer de mama que se realizan al año en España, casi el 20% (18,6%) son mujeres menores de 45 años. "Se ha producido un incremento en la última década", afirma al respecto José Ángel García, oncólogo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y miembro del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM).

Las razones de este fenómeno son diversas, pero los especialistas destacan los cambios sociales y culturales de los últimos años, que contribuyen a aumentar una serie de factores de riesgo como el retraso en la edad en la que se tiene el primer hijo o la renuncia a la maternidad. "La intensa actividad laboral tiene mucho que ver", explica García.

Desde el punto de vista epidemiológico, también se observa una mayor incidencia de la enfermedad en las mujeres con menarquía precoz (aparición de la primera menstruación), con menopausia tardía, con gran densidad mamaria o con obesidad. En este sentido, los expertos señalan la importancia de la dieta mediterránea, "un factor protector" que en los últimos años se está abandonando de forma gradual.

Los avances médicos y el diganóstico precoz juegan un papel clave en el hecho de que la superviviencia en las mujeres diganosticadas, independientemente de la edad, haya pasado de un 70% en los años 80 a casi un 85% en la actualidad. Y en este punto, las campañas de cribado, que implican una mamografía anual para todas las mujeres entre 50 y 69 años, son fundamentales. "Cuanto más precoz es el diagnóstico, más posibilidades hay de curación", explica este oncólogo.

Sin embargo, por debajo de los 50, las mamografías solo se recomiendan a las mujeres en situación de riesgo, que son aquellas con mutaciones genéticas que predisponen a padecer la enfermedad; las que cuentan con dos o más antecedentes en la familia o aquellas con gran densidad mamaria.

Por ello, para avanzar en el reto de diagnosticar precozmente los tumores en las mujeres que por edad no forman parte de los programas universales de screening, los expertos inciden en la necesidad de "concienciación" y de "favorecer el acceso" a estos programas "a la población de riesgo". "La información es esencial", insisten desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

Gracias a ella "hay un descenso de los diagnósticos de cáncer de mama metastásico, y un incremento de casos que debutan en estadio 1, donde la supervivencia se eleva al 95%", explica el doctor García. La mayoría, en torno al 60%, son asintomáticos y se detectan en el cribado, pero entre el 8 y el 10% debutan en un estadio 4, con mucho peor pronóstico.

"Revolución" farmacólogica

En el aumento de la supervivencia (ocho de cada 10 diagnosticadas lo logran) y en la mejora de la calidad de vida de las pacientes, los avances médicos han desempeñado un papel fundamental. "En los últimos 4 o 5 años ha habido una revolución con la entrada de fármacos en la oncología en general y en el cáncer de mama en particular", afirma la doctora Montserrat Muñoz, portavoz de SEOM y oncóloga del Hospital Clinic I Provincial de Barcelona.

Gracias a la investigación clínica estamos asistiendo a un desarrollo espectacular", añade el doctor García. Cada vez empleamos los tratamientos de manera más individual, con lo que aumenta la eficacia y disminuye la toxicidad, hasta el punto de que se evitan las exposiciones a tratamientos innecesarios". Se hacen estudios genéticos y se ofrecen tratamientos combinados en función de la persona y del tipo de tumor, ya sean hormonosensibles (mayoritarios), Her2 positivo o triple negativo. "Todo encaminado a incrementar la superviviencia y mejorar la calidad de vida. En definitiva, a que vivan más y mejor". explica este oncólogo e investigador.

Pero, pese a los avances, queda mucho camino por recorrer. "El cáncer de mama es un problema de salud pública de primera magnitud", afirma García. Y las cifras lo avalan: un nuevo caso se diagnostica cada 20 minutos en España y una de cada ocho mujeres lo padecerá a lo largo de su vida. Además, "en nuestro país se mueren un 6.600 de mujeres al año" por culpa de esta enfermedad, recuerda el doctor.

"La investigación es cara y el reto es obtener los recursos necesarios. Las ayudas de las administraciones son escasas, casi toda la investigación viene de la industria farmacéutica, con lo que al final se investiga lo que la industria quiere", afirma García, también investigador miembro de GEICAM. "Hay proyectos académicos aparcados y ensayos clínicos parados por falta de financiación", denuncia.

Otro problema es el precio de los fármacos, como señala la doctora Muñoz. "Son muy caros. Sus precios provienen de acuerdos realizados hace cinco o 10 años, y deberían ser revisados". Esto hace que muchos de ellos estén ya "disponibles en Estados Unidos, pero no aquí".

El apoyo psicológico, fundamental

Una de las asignaturas pendientes a la hora de abordar el cáncer es el apoyo psicológico. "Al principio, muchas veces hay negación", explica la doctora Muñoz, pero luego vienen la angustia, el miedo y la ansiedad. "Hay muy poco acompañamiento psicológico, y las pacientes necesitan mucho. Tendría que haber una unidad multidisciplinar con un psicoóncólogo para que cuando el radiólogo detecta una lesión pueda ofrecerles acompañamiento y que no estén solas en el momento del diagnóstico", añade. Actualmente, el psicólogo solo aparece después de la intervención y al inicio de la quimio. Y, como siempre, depende del hospital y de la comunidad auotónoma.

En el caso de las mujeres jóvenes, su situación se complica aún más porque muchas tienen hijos pequeños a su cargo, o aún no han tenido y muchas se ven ante la tesitura de intentar preservar su fertilidad ante algunos tratamientos. En estos casos, la importancia de una información exhasutiva es fundamental (congelación de óvulos, etc).

Pero si un diagnóstico inicial de cáncer de mama es duro, una recaída lo es mucho más. "El impacto emocional es aún más fuerte", afirma el doctor García, y explica que "de las mujeres que debutan sin metástasis, alrededor del 30% van a recaer en algún momento de sus vidas. Por eso la importancia de avanzar hacia una medicina de mayor precisión, para no tener que durar dos veces".

La dimensión emocional del impacto estético también forma parte del llamado duelo oncológico. La mama es un órgano con una representación cultural, psicológica, sexual y afectiva muy compleja. Por ello, la doctora Muñoz insiste en la necesidad de mejorar el acceso a los servicios de rehabilitación y cirugía reconstructiva para aquellas mujeres que así lo deseen.

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