La película que Woody Allen empezó a rodar el lunes en Barcelona ha provocado un duro enfrentamiento en la comisión municipal de Cultura, Educación y Bienestar Social del ayuntamiento de Barcelona.
La representante del PP, Àngels Esteller, ha asegurado que el equipo de gobierno municipal ha hecho "espectáculo" del rodaje y "da codazos" para fotografiarse con el director norteamericano.
Provincianos
Según Àngels Esteller, con la película "se está dando un espectáculo sin precedentes más propio de una ciudad provinciana que de una cosmopolita que tendría que estar acostumbrada a que cineastas y gente con talento" acudan a la ciudad.
El responsable de Cultura, Jordi Martí, le ha recordado a la política popular la importancia del rodaje de Woody Allen en Barcelona ya que es la primera vez que el cineasta rueda fuera en una ciudad que no sea anglosajona.
Un millón de euros
El Ajuntament de Barcelona ha destinado un millón de euros a la productora de la película, la catalana Mediapro, "en términos de inversión", a través de la sociedad municipal Barcelona Emprèn.
Ello significa, según Jordi Martí, que "en función de su aportación posterior, existe la opción de recuperar parte o la totalidad de la inversión".
Mientras los políticos discutián, Woody Allen rodaba en Las Ramblas, cerca del Liceo, ante una gran cantidad de curiosos que observaban expectantes.
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