La cuidadora de Asunta Basterra ha contradicho este miércoles a los padres de la menor, acusados de su asesinato, y ha sostenido que la niña no se encontraba en casa el día 18 de septiembre, pocos días antes de su muerte, en una jornada en la que no acudió al colegio.

A preguntas de las partes, la cuidadora ha señalado que el martes de esa semana, día 17, no le tocaba ir a trabajar a la casa, y que cuando acudió el miércoles, día 18, Rosario Porto le dijo que "estaba en casa de su padre", ya que se encontraba enferma. Cuando la volvió a ver, el jueves 19, le preguntó si había estado enferma, y Asunta le contestó que "estaba bien" y que únicamente tenía "mal sabor de boca".

No obstante, durante la segunda y la tercera sesión del juicio, los padres mantuvieron que esa mañana en la que no acudió a clase, Asunta se quedó en casa de su madre con unas décimas de fiebre. Posteriormente, Porto mandó una nota al colegio atribuyendo la ausencia a una "medicación fuerte" que había provocado "vómitos" a la niña, aunque ante el tribunal dijo que esa versión no era cierta y que era una excusa.

El propio Basterra sostuvo que durante toda esa mañana no vio a su hija, que se encontraba en casa de su madre, y únicamente admitió que pudo haberla visitado durante algunos minutos tras ver en sala un mensaje de 'whatsapp' enviado a Rosario Porto poco antes de las 12.00 horas del mediodía del día 18 indicándole que no estuviese preocupada, ya que Asunta se encontraba "cada vez mejor".

El episodio coincide asimismo con la desconexión de la alarma en la tarde anterior, el día 17, en la casa de Montouto. Según los documentos aportados por la Fiscalía, alguien desconectó la alarma de esta vivienda desde primera hora de la tarde hasta pasadas las 22.40 horas del martes 17 de septiembre, aunque ambos padres -los únicos con llaves- han negado que fuesen ellos.

Salud "perfecta"

La cuidadora, con la que ocasionalmente se quedaba Asunta en su vivienda de Val do Dubra, ha referido además que la salud de la niña era "perfecta" y ha señalado que nunca tuvo información al respecto de que padeciese alguna dolencia o tuviese alergia.

La testigo ha apuntado que estando en su domicilio "nunca" la vio "mareada" y ha hecho hincapié en que habitualmente pasaba el periodo de Semana Santa en su domicilio, algo que coincide con la primavera, y "nunca tuvo síntomas de alergia".

En una comparecencia en la que se ha emocionado en varias ocasiones hablando de la niña, la cuidadora ha calificado de "normal" la relación entre Asunta y sus padres y ha definido a la niña como "obediente", "inteligente", "alegre" y "reservada". "Era perfecta, no puedo decir más", ha subrayado.

Finalmente, ha admitido que ni Rosario Porto ni Alfonso Basterra le dijeron nunca nada acerca del episodio ocurrido supuestamente en el mes de julio en el que un hombre entró en casa para intentar asfixiar a Asunta.