La empresa Santa Teresa, que entre otros productos fabrica las yemas que llevan este nombre, invertirá 4 millones de euros en cambiar a otra ubicación sus instalaciones, que esperan tener listas en un año, y con lo que prevén doblar su capacidad de producción.

Según ha anunciado en un comunicado, fijan como "próximos retos" para el trienio 2016-2018 multiplicar su cifra en exportación hasta alcanzar una cuota del 30% de la cifra de negocios de la compañía (7% estimado al término de 2015).

También prevé poner en marcha una serie de franquicias para comercializar sus productos. Este año, la empresa centenaria superará los 10 millones de euros, un crecimiento de dos dígitos frente al ejercicio anterior.

Bajo el lema 'Somos lo que comemos', fabrican decenas de productos, entre los que destacan el membrillo, el huevo hilado y la gama de gazpachos.

Para su expansión en franquicias, proponen "un modelo de negocio exclusivo" con un "cuidadísimo interiorismo de vanguardia" que "concilia alimentación y hostelería".

Destaca la compañía que la crisis sólo la afectó durante 16 meses, ya que "los beneficios de los tres últimos años han sido tanto en términos absolutos como relativos, los mejores en la historia de la compañía".

La empresa cuenta con una plantilla fija de entorno a 70 personas, con una media de edad de 34 años y un porcentaje de mujeres cercano al 80%.