En una entrevista concedida a Europa Press, la consejera de Educación, Adelaida de la Calle, ha señalado al respecto que sería el paso "lógico" si la comunidad sigue "creciendo, adaptándose y mejorando". "Ni en España ni en Andalucía somos ricos, aunque nos lo creamos: hay que ser realistas y distribuir bien los recursos para que lleguen a todo el mundo", ha declarado, para insistir en que "todos tienen derecho a una sociedad del bienestar, pero sabiendo redistribuir, para mejorar las condiciones de vida de todos".

Y es que, según ha explicado De la Calle, la necesidad de hacer una buena planificación de estructura de centros se justifica en casos en los que "existen colegios o institutos ocupados al 30 por ciento y otros que están muy necesitados", teniendo asimismo en cuenta el planeamiento a futuro de instalaciones de Secundaria en zonas donde existen colegios de Primaria.

"Puede ser un estudio muy interesante no solo para esto, sino para muchísimas cosas, para el conjunto de servicios en una población", expone la titular andaluza de Educación, que profundiza en la casuística concreta de las aulas prefabricadas o 'caracolas', con un total de 317 en uso en el presente curso escolar, 35 sin uso docente y 40 nuevas en esta campaña.

Ha recordado el compromiso de legislatura de bajar la afección de estas infraestructuras del 0,048 por ciento del alumnado al 0,02 por ciento, bajo la premisa principal de que las mismas "deben solucionar problemas en un determinado momento en el que se produce un crecimiento de personas", poniendo como ejemplo el municipio almeriense El Ejido, "con un incremento poblacional muy grande".

Concurso para quitar prefabricadas con valor añadido

Hay muchos factores que incluyen en estas construcciones, desde la burocracia para con las reclasificaciones de suelo, "con procesos larguísimos derivados de una reglamentación rígida", o con la propia construcción en sí —con el caso sintomático del 'Indira Gandhi' de Mijas (Málaga)—, hasta la "leyenda negra" que acompaña a estos módulos, "que han mejorado enormemente a lo largo de los años".

"Otra historia es que como son unidades francamente bien adaptadas, los propios profesores nos piden que los dejemos para actividades complementarias porque les vienen muy bien", ha expuesto De la Calle, que sin embargo asegura que, en base a las reclamaciones recientes, "los voy a tener que quitar". Se promoverá un concurso para suprimir muchos de estos elementos con un valor no real, sino añadido.

La idea es que no permanezcan en el tiempo, sino que sea "situaciones transitorias para mejoras definitivas: es el valor que le quiero dar". No obstante, no ha podido precisar si se eliminarán todas estas aulas. "No tengo una bola mágica", ha ironizado, aludiendo a factores de consideración como el recibimiento de refugiados y el consecuente aumento de demanda de espacios educativos o las oscilaciones demográficas como consecuencia de los cambios en las condiciones económicas. "Siempre hay desviaciones típicas", ha apostillado.