Estados Unidos baraja sanciones de hasta 16.000 millones de euros, Corea del Sur va a revisar todos los modelos que equipaban los motores trucados EA189, Noruega abre una investigación policial por fraude, Suiza prohibirá vender los coches afectados, Francia e Italia anuncian pruebas aleatorias para 'pillar' a los coches incumplidores con el medioambiente... pero la respuesta de España, hasta el momento, ha sido más tibia ante el escándalo de las emisiones manipuladas de Volkswagen.

La automovilística alemana ha pedido "disculpas" este viernes a nuestro país y se ha comprometido a asumir los costes derivados de las medidas para solucionar este entuerto medioambiental, que ha sumido a la automovilística alemana en su peor momento de imagen de la historia.

La primera reacción del Gobierno español, tras destaparse el escándalo fue decir que no tenían "ninguna noticia de problemas en la homologación" de los coches en España y descargaba la responsabilidad de los modelos trucados a las inspecciones en Alemania. Dos días después, tras conocerse que no eran solo 468.ooo automóviles estadounidenses los afectados, sino hasta 11 millones en todo el mundo, el Gobierno reculó y fue algo más explícito en sus demandas.

Tras una reunión vespertina el miércoles en el ministerio de Industria, se decidió crear un grupo de trabajo para seguir "minuto a minuto" la crisis. Al frente del mismo está la secretaria general de Industria, Begoña Cristeto y su objetivo era, en palabras del ministro José Manuel Soria, "solicitar lo antes posible toda la información necesaria para determinar el alcance del problema". Soria instó a la multinacional a informar de cuántos coches afectados se vendieron en España. "Mientras no sepamos cuántos son y qué ha ocurrido, no podemos informar de actuaciones  a adoptar", añadió el ministro.

Este mismo viernes, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría —casi una semana después de destaparse el escándalo— aún ha condicionado la adopción de medidas a que se conozcan "todas" las circunstancias. Solo entonces se adoptarán "las medidas pertinentes".

"Es de república bananera, la imagen es bochornosa y estamos haciendo el ridículo a nivel mundial", explica a 20minutos el portavoz de Facua, Rubén Sánchez, que pide la misma contundencia que el resto de los países a la hora de exigir revisiones en los coches y de expedientar a la compañía; "parece que al ministro Soria le da miedo tomar medidas, o que Merkel le pueda tirar de las orejas a Rajoy".

Y es que el problema puede ser incluso más grave en España que en resto de países. El porcentaje en nuestro país de vehículos diésel —los afectados por el trucaje de las emisiones de NO2—  es superior al de otras naciones de su entorno. Las ventas de autos de gasóleo supusieron el año pasado el 66,1% del total de autos, según los datos oficiales de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam).

Las relaciones particulares de España con el Grupo Volkswagen también son relevantes en este asunto. El grupo emplea a 22.000 personas en las plantas de Martorell y de Landaben, y se han comprometido a invertir 4.200 millones de euros —hasta 3.300 millones en la factoría barcelonesa y 900 en la navarra— hasta 2019. Unas inyecciones que la compañía ha asegurado al Ejecutivo de Rajoy que, en principio, se mantendrán.

"Por no perder los puestos de trabajo, parece que permitimos que Volkswagen cometa todos los fraudes que le dé la gana", insiste Rubén Sánchez, cuya organización ha abierto una plataforma online de afectados. "El gobierno olvida que se puede estar incumpliendo las leyes de la competencia. Si se han vendido coches bajo la premisa de que contaminan poco, lo están haciendo en detrimento de otras marcas, así que la CNMC, si quisiera, podría abrir un macroexpediente de investigación".

Los propios trabajadores de Seat han mostrado su sorpresa por la reacción laxa del Gobierno en este escándalo: "Ni Seat ni el Gobierno español están siendo hábiles, Industria todavía no ha hecho las averiguaciones técnicas que le permitirían saber los coches afectados", lamentó este viernes el presidente del comité de empresa de Seat.