¿Puede heredar un futuro hijo mi enfermedad, o la que tenían mi primo o mi abuelo? Los valencianos se hacen cada vez más preguntas como ésta. De hecho, según el director médico del Instituto Valenciano de Genética, Félix Prieto, las consultas aumentan a un ritmo del 15% anual. «Hay una especie de síndrome genético, sobre todo por Internet, donde existe mucha información, pero que debe ser matizada».

Las consultas se hacen en el médico, e incluso por teléfono, y son unas 90 al mes en la Comunitat. De ellas, la mitad acaban siendo tratadas para prevenir y conocer las posibles alteraciones genéticas de los progenitores.

Además, las amniocentesis –prueba hecha durante el embarazo para confirmar si el feto sufre anomalías genéticas– también están creciendo a un ritmo entre el 15 y el 20% anual.

Los pasos para obtener el Consejo Genético son acudir al médico de cabecera, quien remite al pediatra o ginecólogo, y en su caso, una unidad genética (hay tres en Valencia, dos en Alicante y una en Castellón) haría un estudio completo. Los médicos piden que haya más.

Se aconseja que lo hagan parejas con antecedentes familiares de infertilidad, abortos repetidos, de retraso mental y de algunos cánceres, ya que el 10% de ellos son de base genética.

La enfermedad de origen genético que más se da en la Comunitat es la talasemia, un tipo de anemia que se hereda y que es muy propia de la zona del Mediterráneo. Según el doctor Carlos Paredes, hay diferentes tipos, aunque la más extendida no es en absoluto grave. Además, en los próximos años «habrá más enfermedades de origen étnico» en las tres provincias por la llegada de inmigrantes, lo que hará aflorar dolencias de base genética hasta ahora desconocidas por los valencianos. A día de hoy, aproximadamente el 5% de la población de la Comunitat padece enfermedades heredadas de sus antepasados.

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