El Alzhéimer, cuyo día mundial se conmemora este lunes, se ha convertido en “la auténtica plaga del siglo XXI” y el incremento de pacientes, al alargarse la edad media de vida, sitúa a los enfermos en España en más 600.000. En un 80% de los casos son las familias las que asumen en solitario el cuidado y los gastos.

Los científicos reconocen que la investigación sobre la diagnosis, la genética y el tratamiento farmacológico del alzhéimer avanzan positivamente. La meta clínica es retardar o detener el progreso de la enfermedad y prevenir el Alzhéimer. Sin embargo, la cura de esta enfermedad es todavía una quimera. El consejo más repetido en este día por los expertos es la importancia de una diagnosis temprana.

Potenciar la investigación básica, el conocimiento de la enfermedad y de la propia biología del cerebro "quizá puedan dar frutos a largo plazo". En ello confían los científicos. Entre los avances recientes al respecto se cuenta el de un grupo de investigadores estadounidenses de la Universidad de Duke que descubría recientemente una nueva causa potencial del alzhéimer. Otros investigadores, esta vez españoles, han publicado una guía sobre la mejor técnica de imagen para la detección precoz de la enfermedad. En genética, nuevos datos presentados recientemente ayudan a comprender mejor el riesgo genético de la enfermedad, según la asociación americana de estudios de alzheimer.

Sin embargo, lo que las familias de los enfermos demandan es que avancen las técnicas que retrasan los efectos de este mal.

Para el doctor Alberto Villarejo, de la Sociedad Española de Neurología, “el gran reto de los neurólogos es encontrar un tratamiento eficaz, que modifique la evolución de la enfermedad, no que la cure, que a lo mejor es un objetivo demasiado ambicioso, pero sí que al menos la frene, la ralentice o modifique su evolución degenerativa", afirma.

De hecho, Villarejo reconoce que "la nota de pesimismo es que todos los ensayos clínicos -se han realizado más de 100 en los últimos años- salen negativos, incluso en terapias que parecían muy prometedoras", con estudios en modelos animales.

Por eso, lo que proponen en la SEN es lo mismo que piden los investigadores especialistas de EE UU: "Declarar una guerra al Alzhéimer, por ser la causa principal de demencia, con un ingente aumento de recursos de investigación, tanto para la básica como para la aplicada". Aspiran a obtener los mismos recursos económicos que la ciencia destina al cáncer en la actualidad.

Villarejo reconoce que “el cerebro en un órgano muy complejo y cuando hablamos de regenerar neuronas, de tejido cerebral, es algo así como una frontera en la ciencia que hasta ahora no ha podido ser vencida".

En lo que insisten todos los especialistas es en la importancia del diagnóstico precoz. Es la clave para empezar a tratar cuanto antes a los pacientes y frenar el deterioro. Una vez diagnosticado, los médicos recomiendan mantener la actividad física y evitar el estrés para que los pacientes desarrollen más tardíamente la enfermedad.