Presidente del TSJA insta a los partidos a alejar la justicia de "réditos electorales" y no ralentizar su modernización

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, ha mantenido este jueves que, si la justicia es tratada como cuestión de Estado, los partidos deben alejarla de "réditos electorales" y no "ralentizar año tras año" su modernización tecnológica, legislativa y organizativa.
Acto inaugural del nuevo Año Judicial en Granada.
Acto inaugural del nuevo Año Judicial en Granada.
EUROPA PRESS
Acto inaugural del nuevo Año Judicial en Granada.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, ha mantenido este jueves que, si la justicia es tratada como cuestión de Estado, los partidos deben alejarla de "réditos electorales" y no "ralentizar año tras año" su modernización tecnológica, legislativa y organizativa.

Durante su intervención en el acto institucional para la apertura del año judicial en Andalucía, celebrado en la sede del Alto Tribunal andaluz, en Granada, Del Río se ha mostrado consciente de que arranca un año que estará jalonado de "dificultades y obstáculos" y que viene precedido de una gran crisis económica y social.

No obstante, ha confiado en que "la contienda" entre los partidos "no se siga trasladando" al ámbito de la justicia ni se siga "perdiendo tiempo" en alcanzar un acuerdo para la modernización del aparato judicial, mostrando su deseo de que se produzca en esta materia un "punto de inflexión".

Ha reclamado, de hecho, unos presupuestos que permitan mejorar el servicio público que se presta desde el ámbito de la justicia y que no sólo se ponga voluntad en hacer "algunos arreglos tan urgentes como insuficientes", sino en que este servicio público esté, al menos, en el mismo nivel de prioridades que la administración tributaria, sanitaria y educativa.

Todo ello para "evitar el desajuste entre una Administración, sin duda, cada vez más ambiciosa y eficiente y una Justicia demasiado acostumbrada a no llegar, a quedarse atrás, a sentirse desbordada o impotente", ha agregado Del Río, quien ha matizado que no se trata de una "rivalidad entre poderes" sino de un "déficit cuyas principales víctimas son los ciudadanos".

El presidente del TSJA ha recordado durante su intervención que las principales rémoras de la Administración de Justicia vienen constituidas por un obsoleto esquema organizativo, tecnológico y territorial al que se añaden déficits importantes en infraestructuras y sedes judiciales.

También se ha mostrado consciente de que existe en esta campo un "problema de eficacia y de organización", lo que exige a su entender abordar "en serio" de qué medios se dispone y cómo gestionarlos mejor, de forma que se obtenga más eficiencia.

Sobre algunas de los instrumentos creados para mejorar la actual situación, se ha referido al decreto andaluz de la Oficina Judicial y Fiscal; también al acuerdo de colaboración con el Ministerio de Justicia por el que se destinará una importante asignación presupuestaria para mejorar la justicia en Andalucía y al Plan Estratégico y de Calidad de la Administración de Justicia en Andalucía, cuya finalidad es impulsar el desarrollo de las nuevas tecnologías, de las infraestructuras judiciales y de una eficaz gestión de los recursos humanos.

El presidente del Alto Tribunal andaluz ha deseado su pronta puesta en marcha y "que no se convierta en una nueva decepción de quienes" son servidores de la justicia, al tiempo que ha recordado que "con precariedad no hay justicia", pues las consecuencias de los "atascos y retrasos" en algunos Juzgados conlleva situaciones lesivas para los ciudadanos.

Ha defendido, de hecho, que la inversión en este campo es "necesaria y rentable para una sociedad que se considera avanzada" y ha pedido por ello "el compromiso del Gobierno andaluz y que redoble su esfuerzo" en las inversiones necesarias para mejorar la administración de justicia en la comunidad andaluza.

El presidente del TSJA también se ha referido en su discurso a la "dimensión pública de la justicia y su capacidad para influir en los cambios o percepciones sociales" y ha defendido que todas las decisiones que se han adoptado en asuntos "sumamente sensibles, conflictivos y mediáticos" han seguido las premisas de imparcialidad, independencia y proporcionalidad.

En este contexto ha mostrado su preocupación respecto a posibles "distorsiones que dificultan el entendimiento entre justicia y sociedad" y ha apostado por "ser capaces de trasladar el mensaje de que la justicia funciona, aunque podamos criticar o defender otras propuestas, con rigor, con argumentos jurídicos y legales y no por prejuicios ni adscripciones partidistas o ideológicas".

Por otra parte, ha opinado que, a veces, "se exterioriza en demasía la política en los Juzgados" y ve deseable "establecer una línea roja" que no traspase la "normal contienda política, que no se instrumentalicen los tribunales de justicia ni sean sede donde defender ideas o propuestas propias del debate político o electoral".

El fiscal superior llama a coordinar esfuerzos

En el acto de apertura del año judicial también ha intervenido el fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón, que se ha referido durante su discurso a la insuficiencia de medios en el Ministerio Fiscal y a la "existencia de instrumentos jurídicos anacrónicos".

Ha lamentado concretamente que siga sin existir un elemento tan "indispensable" y "básico" como una "verdadera" Policía Judicial dependiente, orgánica y funcionalmente del Ministerio Fiscal y de la Jurisdicción, y ha advertido de que la investigación criminal sigue acumulando, en casos de cierta complejidad, "retrasos injustificados y fórmulas procesales completamente arcaicas".

En la misma línea, ha señalado que "salvo algunos aciertos indiscutibles", las reformas operadas en la legislación procesal en 2015 sólo suponen un nuevo "parcheado que cubre un andamio legal que no alcanza la altura de los tiempos para sostener el nivel de eficacia necesaria para combatir las formas más graves de criminalidad asociadas a la corrupción y otros salvajes comportamientos".

García Calderón ha subrayado la necesidad de "aunar esfuerzos" y mejorar la coordinación, abogando por que la mayor parte de los problemas que afectan al sistema de justicia se solucionen "sin crispación", mostrando las opciones que nos ofrecen las cuentas públicas y alcanzando soluciones razonables y austeras.

En este contexto ha agradecido el esfuerzo realizado este último curso para dar "virtualidad a la nueva Oficina Fiscal" y poner en marcha la nueva sede de la Fiscalía Superior de Andalucía, al tiempo que ha recibido con "satisfacción" la normativa aprobada en materia de transparencia y "cuantas iniciativas procuren mostrar a los ciudadanos la situación económica real de los responsables públicos".

El fiscal superior también se ha referido a la evolución de la criminalidad y, tras aludir a la actuación del Ministerio Fiscal para combatir la corrupción, ha puesto el acento en la lucha contra el tráfico de seres humanos, de manera especialmente sensible en el Estrecho, advirtiendo de que la atención a los refugiados no es una "simple decisión generosa o caritativa" sino un "imperativo moral y un deber constitucional".

Por último, ha querido defender la "imparcialidad" que impera en las fiscalías andaluzas, las cuales "cumplen su labor sin injerencias", de forma "independiente", "libre" y "responsable", sin seguir el dictado de interés alguno que no sea la recta aplicación de la ley y el servicio al Estado de Derecho.

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