Las zancadillas en el camino de Osama, el refugiado al que pateó la reportera Petra Laszlo

Un refugiado se zafa de un policía húngaro con su hijo en brazos y trata de huir. En ese momento una periodista que graba la escena le pone una zancadilla. No es la primera que recibe.

Osama Abdul Mohsen y su hijo Zaid llevan mucho camino recorrido, junto con la madre se Zaid y su hermano de 19 años,  y muchas trabas desde que salieron de Siria.

Padre e hijo, de 51 y 7 años de edad, son sirios de la ciudad de Deir Ezzor, según informa Jenan Moussa reportero de la cadena árabe Al Aan TV.

Osama trabajaba, antes del comienzo de la guerra, como entrenador de fútbol y entrenador personal.

Tras los primeros compases de la guerra fue detenido y torturado por las tropas fieles a Al Asad, según publica una página local siria que le califica como "uno de los primeros revolucionarios en ser capturados por el régimen", por lo que decidió huir de "la guerra, el régimen sirio y el Estado Islámico", asegura Moussa.

Recalaron en Turquía, donde Osama consiguió un trabajo por el que cobraba 10 euros al día, y donde su mujer y su hijo mayor han decidido quedarse.

Sin embargo, las malas condiciones y la presión que los refugiados sirios reciben en Turquía forzaron a padre e hijo a emigrar por segunda vez, en esta ocasión en dirección a centro Europa.

La última vez que su familia ha sabido de ellos ha sido a través de las imágenes en las que la reportera Petra Laszlo, ya despedida, les ponía una zancadilla en su travesía.

Su hijo mayor, que afirma desconocer actualmente el paradero de su padre, ha publicado el siguiente mensaje en su perfíl de Facebook: "Eres un gran hombre, un hombre ambicioso que no conoce lo imposible. Has arriesgado tu vida y tu dignidad para darnos una vida digna y un futuro mejor para que continuemos con nuestra educación y ayudemos a construir una nueva Siria. Que Dios te ayude a tener la cabeza bien alta y a sentirte orgulloso. Que Dios te protega, te dé paciencia y te acompañe".

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